Como cada 11 de octubre, celebramos el Día Mundial de la Visión con el fin de concienciar a la población de la necesidad de cuidar su vista periódicamente para evitar las patologías asociadas a la ceguera y mala calidad visual que han ido en aumento en las sociedades occidentales.

Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE), glaucoma, retinopatía diabética y alta miopía han experimentado una gran escalada debido al envejecimiento de la población y a la poca percepción del riesgo que implican algunas de estas patologías para la visión.

Se estima que solo el 35% de los españoles acude anualmente al oftalmólogo y más de la mitad de las personas que se han quedado ciegas como consecuencia de la diabetes jamás habían ido a una revisión oftalmológica.

En opinión del profesor José María Ruiz Moreno, director médico de Vissum, algunas de estas enfermedades representan ya un verdadero problema de salud pública, aunque su impacto podría reducirse notablemente.

Tenemos métodos diagnósticos no invasivos y más certeros, además de terapias muy efectivas que son cada vez menos molestas para el paciente, especialmente si se aplican en fases iniciales de la enfermedad. Este diagnóstico precoz solo es posible si nos hacemos revisiones periódicas, ya que algunas patologías oftalmológicas no dan síntomas hasta que están bastante avanzadas y los daños son severos o, incluso, irreversibles”, explica el especialista.

Medicina regenerativa y terapias biológicas

El futuro de la Oftalmología pasa por desarrollar nuevos fármacos, por la terapia génica, por la medicina regenerativa y por las prótesis cada vez más sofisticadas.

El plasma rico en factores de crecimiento (PRGF, sus siglas en inglés) ha demostrado ya sus beneficios en el campo de la odontología y la traumatología y ahora está haciendo lo propio en alteraciones de la retina y el nervio óptico, según los datos de varias investigaciones en las que participan especialistas de Vissum, presentados en las últimas citas internacionales.

Por su parte, la terapia con células madre se perfila como una sólida alternativa al trasplante de córnea, según la opinión del doctor Jorge Alió, un referente a nivel mundial en oftalmología y fundador de Vissum.

El tratamiento consiste, básicamente, en aplicar células madre extraídas de la grasa del paciente para regenerar el estroma de la córnea. Pueden inyectarse solas o junto a un tejido corneal procedente de donante desprovisto de células para que haga de soporte para la nueva córnea. Además de ganar en transparencia y mejorar su graduación, el paciente no tiene que preocuparse del rechazo o de los problemas asociados a los inmunosupresores que hay que tomar tras un trasplante de córnea convencional”, explica Alió.

La robótica, la realidad virtual, los chips y las posibilidades del grafeno para desarrollar retinas artificiales copan las noticias más espectaculares sobre Oftalmología.

No obstante, los especialistas de Vissum, algunos de los cuales están trabajando en proyectos de este corte, hacen una valoración prudente de estos avances y advierten de que muchos de estos proyectos aún distan de ser una realidad aplicable al grueso de los pacientes con problemas visuales.

Cómo prevenir enfermedades oculares

Por ese motivo, los expertos de Vissum apelan a la prevención basada en un estilo de vida saludable y a las revisiones periódicas con el oftalmólogo, ya que sirven para controlar enfermedades o trastornos que pueden acabar afectando nuestra visión como para detectar problemas que avanzan sin dar señales, como el glaucoma o ciertas retinopatías.

La dieta mediterránea ha demostrado en varios estudios recientes su potencial para cuidar la vista. Frutas, verduras, pescado azul, frutos secos, etc, contienen grandes cantidades de antioxidantes, minerales y ácidos grasos protectores de zonas delicadas de nuestros ojos, como la retina o la mácula.

Además, una dieta saludable es decisiva para alejar el fantasma de la diabetes, uno de los principales enemigos de la visión.

Por otro lado, el ejercicio y no fumar constituyen pilares fundamentales para evitar trastornos vasculares que afectan a la vista, además de la degeneración macular o las cataratas.