Los huevos, la leche, frutos secos, los crustáceos y pescado y las frutas rosáceas son los principales alimentos que pueden provocar un choque anafiláctico en los niños. En los adultos, sin embargo, lo más frecuente es que esta reacción aparezca tras consumir algún medicamento, aunque también se puede dar ante ciertos alimentos o picaduras de insectos como abejas y avispas

De hecho, según la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica, entre el 46 y el 62 % de anafilaxias en España se dan por la administración de fármacos o en pruebas diagnósticas y las causas alimentarias están detrás de un 22-24 % de casos. Se estima que afecta entre 3,2 y 30 personas de cada 100.000 cada año, con una mortalidad entre 0,05 y 2 % del total de reacciones graves.