La tos es un acto reflejo de las vías respiratorias que ayuda a expulsar las secreciones o agentes nocivos que impiden la respiración completa. Resulta especialmente importante cuando los mecanismos normales de transporte mucociliar son inadecuados y, aunque es muy molesto, ayuda a prevenir enfermedades.

En el árbol bronquial, tráquea, laringe y faringe posterior existen unos receptores situados en el epitelio de la mucosa que al excitarse por gases, humos, tabaco, un cuerpo extraño, secreciones o enfermedades emiten una señal a través del nervio vago al centro de la tos o regulador del cerebro y éste a la corteza cerebral.

Es entonces cuando el cerebro ordena la contracción muscular, sobre todo del diafragma y el cierre de la glotis, lo que da lugar a una alta presión dentro de la vía aérea. Con la apertura de la glotis de forma rápida, el flujo alto de aire elimina lo que está afectando a la mucosa bronquial.

Según explica el doctor Karlos Naberan, del grupo de Enfermedades Respiratorias de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), en el mecanismo del reflejo de la tos intervienen elementos como los nervios del tracto respiratorio, el diafragma y la glotis.¿Qué tipos de tos existen?

La tos se puede dividir en tres tipos según su duración:

  1. Tos aguda: si dura menos de tres semanas
  2. Tos subaguda: la que dura entre 3 y 6-8 semanas.
  3. Tos crónica: la que dura más de ocho semanas.

Los dos primeros tipos suelen ser de origen viral y son autolimitadas en el tiempo. Por el contrario, la tos crónica recibe un estudio más detallado en la consulta, aunque normalmente suele estar causada por asma, enfermedades de reflujo gastroesofágico, infecciones o tabaquismo.

Por regla general, la tos seca puede deberse a virus, asma, fármacos o contaminación ambiental. Pero si existe secreción o sangre su origen suele estar en el pulmón y si la mucosidad afecta a la parte posterior de la garganta se asocia a rinosinusitis.

Si la tos se acompaña con ardor o quemazón en el esófago o garganta puede ser por reflujo gastroesofágico, añade el doctor Naberan. La tos suele asociarse a ahogo en enfermedades cardiacas como la insuficiencia cardiaca, EPOC u otras enfermedades de pulmón.

Consejos para aliviar la tos

  • Beber muchos líquidos: mantener una buena hidratación te ayudará a diluir las secreciones mucosas y disminuir la irritabilidad de la faringe.
  • No fumar: el tabaco es la causa más frecuente de tos crónica y además produce bronquitis crónica.
  • Comer más fruta: una dieta alta en fibras, en especial las fibras provenientes de la fruta, ayuda a reducir la tos crónica y otros síntomas respiratorios.
  • Hacer gárgaras con agua y sal: ayuda a humedecer la garganta, lo que puede aliviar la tos.
  • Bañarse con agua caliente: inhalar el vapor generado por un baño o ducha caliente humedece las vías respiratorias y reduce la congestión. Además puede ayudar a calmar las ganas de toser.
  • Modificar el ambiente: usa un humidificador o coloca un bol con agua encima del radiador para mantener el ambiente húmedo y eliminar así agentes irritantes como polvo, pelo o humo.
  • Realizar lavados nasales con suero fisiológico: puede ayudar a diluir la mucosidad nasal y por tanto a disminuir la rinorrea posterior, causa frecuente de la tos.
  • Beber jarabe de miel: La miel es un producto altamente efectivo para calmar la irritación de la garganta. Una de las recetas más usadas por las abuelas es precisamente una mezcla de miel con aceite de coco.