Cuando estás intentado dejar de fumar siempre se habla mucho de la adicción psicológica al tabaco, mucho más importante que la física. Una cosa es lo que tu cuerpo necesita y otra lo que tu mente dice que tu cuerpo necesita. Y hay que aprender a diferenciarlo. A la hora de perder peso sucede algo similar según los expertos. Una cosa es el alimento que tu organismo necesita para funcionar y otra la cantidad de comida que tu cerebro considera suficiente. Recuerda que para estar en forma, perder peso y adelgazar de forma sana y saludable es más importante controlar lo que comes que la cantidad de lo que ingieres: si le das a tu cuerpo alimentos saludables y naturales conseguirás grandes mejoras.

Pero entonces, llevada al campo de la nutrición, ¿qué es el hambre psicológica? Es la que te hace comer sin saciarte.

Es un tipo de hambre que surge, sobre todo, por las noches y en los momentos en los que estás especialmente estresado. Ya lo hemos comentado muchas veces: las cenas tienen que ser ligeras. No sólo para facilitar el objetivo de perder peso, también para llevar una vida más saludable: si cenas poco dormirás mejor.

"Tu cuerpo tiene un límite de saciedad pero tu cabeza no. Comerás y comerás pero sentirás que no te sacias del todo. Hasta que no gestiones tus emociones eso seguirá ahí", señala Miquel Girones, un nutricionista que cuenta con miles de seguidores en redes sociales y que trata de dar clases de vida saludable. El propio Girones explica cómo controlar ese tipo de hambre psicológica.

Cómo controlarla

"Puedes hacer una respiración de cinco minutos antes de empezar a comer. Profunda, consciente, eso te puede servir para relajar. También puedes salir de tu casa e ir a dar un paseo de 10 minutos. Cuando vuelvas quizá ya estarás más calmada", explica este nutricionista.

Deporte

El deporte es, además, una de las herramientas que más nos pueden ayudar a la hora de controlar nuestras emociones. Si caminas o vas a correr todos los días estarás más cansado, comerás con menos estrés y dormirás mejor. Recuerda que hace unos días ya te hablamos de la importancia de dormir siete u ocho horas al día para adelgazar (aquí puedes leer el artículo). No todo lo que tiene que ver con perder peso equivale a dejar de comer o a matarte en el gimnasio. Lo fundamental es cambiar los hábitos de vida hacia formas de comer y de moverte que sean más saludables para ti.