Una de las alteraciones del sueño menos conocidas es la sexomnia. Esta alteración, también conocida como sonambulismo sexual, se produce cuando una persona intenta mantener relaciones sexuales de manera inconsciente mientras está dormida. La masturbación o intentar el coito son las principales manifestaciones que experimentan las personas que padecen sonambulismo sexual.

La sexomnia aparece cuando la planificación y la conciencia permanecen dormidas en nuestro cerebro, mientras que otras partes de este órgano reciben impulsos para despertarse.

Peligros

La sexomnia es tratada como una variante del sonambulismo. Se trata de un trastorno con un diagnóstico muy delicado, con el que los expertos son muy cautelosos. Según explica el profesor en neurología Matthew Walker, hay casos en los que el sonambulismo sexual ha servido para eximir casos de violación, ya que la agresión sexual habría tenido lugar durante un período de sexomnia.

Por otro lado, quienes padecen sonambulismo sexual suelen sentir vergüenza por su dolencia. El hecho de llevar a cabo dichos actos en un estado inconsciente, hace que estos pacientes se sientan culpables por sus propios actos al percatarse de los mismos. El sentimiento de culpabilidad e inquietud hace que los afectados con sexomnia tarden en acudir a terapia o en pedir ayuda para hacer frente a la misma.

Por último, quienes padecen este tipo de sonambulismo sufren fatiga, dada la actividad que experimentan durante sus fases de sueño. Además, es muy habitual que esta patología les lleve a la depresión.

Consejos

Según un estudio realizado por la Universidad Health Network de Toronto, el estilo de vida juega un papel determinante en la aparición de episodios de sonambulismo sexual. Por ejemplo, los pacientes diagnosticados deben evitar el consumo de alcohol y drogas, ya que éstos pueden favorecer la sexomnia.