El DIEP (Deep Inferior Epigastric Perforator), es una técnica microquirúrgica que permite dotar a la paciente de un pecho parecido a su mama natural, con el mismo color, tacto y evolución en el tiempo que el seno original.

La intervención consiste en extraer del abdomen de la paciente piel y grasa con pedículo vascular y unirlas mediante microcirugía a otros vasos del tórax, lugar en el que se remodelan formando la nueva mama. Esta técnica, entre todas las existentes de reconstrucción mamaria, es la más fisiológica y la que conlleva menor sacrificio y morbilidad por no alterar estructuras fisiológicas fundamentales.

Además, destaca el valor añadido de un posible beneficio estético para el abdomen de la paciente, ya que se le extrae grasa de esa parte, como en una lipectomía con finalidad estética.

Para la DIEP no es necesario utilizar materiales extraños como implantes de silicona, ya que todo el tejido utilizado es de la paciente. Ello ahorra también tener que cambiar de prótesis con el tiempo y evita la sensación de tener un cuerpo extraño, como a veces ocurre en los casos de contractura capsular de las prótesis mamarias.

Al ser tejido propio, evoluciona armónicamente con los cambios morfológicos que pueda experimentar la paciente (variaciones de peso, caída del pecho, etc.), el tacto es más parecido al de una mama real y, al no sacrificar ningún músculo ni nervio, hecho que ocurre en otras reconstrucciones con tejido propio como el TRAM (transverse rectus abdominis muscle), permite a la mujer mantener la misma actividad física habitual sin tener que renunciar a la función de ningún músculo.

La intervención quirúrgica tampoco afecta a estructuras profundas ni altera la anatomía funcional del cuerpo, por lo que la recuperación postoperatoria de las pacientes es más rápida.