Especialistas de los Hospitales Quirónsalud de Valencia y Torrevieja advierten que el incumplimiento de los tratamientos cardiovasculares aumenta un 20 % durante el verano y puede provocar problemas cardiacos y cerebrovasculares, casos de angina, infarto, insuficiencia cardiaca e ictus. También se incrementa notablemente el riesgo de insuficiencia renal, según ha informado el grupo hospitalario Quirónsalud a través de un comunicado. El doctor Rafael Florenciano, especialista de la Unidad de Cardiología integral de Hospital Quirónsalud Torrevieja, ha explicado que «una mala alimentación con gran carga de grasas y sal, junto con el abuso del tabaco, el alcohol y la disminución de la práctica deportiva provocan un descontrol de la tensión arterial».

En verano los valores de presión arterial son más bajos que en los meses de invierno, lo cual se debe a que, con el calor, se produce una vasodilatación para favorecer la pérdida de temperatura corporal, y como consecuencia se tiene una tensión arterial baja.

Si un hipertenso se expone demasiado al sol en verano y no se hidrata adecuadamente, puede sufrir una hipotensión muy grave que, en casos severos, provoca la pérdida del conocimiento y desmayo.

Dentro de las personas hipertensas, los adultos mayores son especialmente sensibles al calor porque el mecanismo de la sudoración normalmente está deteriorado y en ellos es muy probable que se presenten problemas cardiacos y renales, por lo que es más difícil deshacerse del exceso de calor en el cuerpo.

Como ha añadido el doctor Florenciano, «uno de los medicamentos utilizados para el tratamiento de la presión arterial alta son los diuréticos, lo cual, sumado a las altas temperaturas del ambiente, hace que el paciente pierda más líquidos, motivo por el cual es de vital importancia que se tomen más líquidos de lo que se acostumbra».

Lo que más se aconseja para este tipo de personas en esta época el año es beber mucha agua, comer fruta fresca y usar ropa ligera para favorecer la reposición de líquidos que se pierden con el sudor y así evitar una deshidratación o, en casos más graves, el golpe de calor.