Ser mujer y tener artrosis duplica la probabilidad de sufrir otras enfermedades. Es la principal conclusión de un nuevo análisis que se ha realizado del estudio EMARTRO, el primer estudio en artrosis realizado a nivel nacional por una sociedad de Atención Primaria y que se ha presentado en el Congreso Mundial de Artrosis (OARSI) celebrado en Las Vegas (Estados Unidos).

Constata que el 31% de las mujeres artrósicas presentan ansiedad y el 20% depresión, frente a un 12% de hombres. Además las mujeres tienen una peor percepción de su calidad de vida y una mayor sintomatología derivada de su artrosis: afirman tener más dolor que los hombres y más problemas de movilidad para realizar sus actividades diarias. También se ha observado que las mujeres presentan un 70% más de hipertensión, un 89% más de reflujo gástrico y un 115% más de enfermedad vascular periférica que mujeres sin artrosis.

«Si a estos factores diferenciales les añadimos el hecho de que la mayoría de mujeres estudiadas tienen sobrepeso, el factor cardiovascular toma una especial relevancia. Toda esta información es clave para poder mejorar la calidad de vida de los pacientes con artrosis y decidir el mejor abordaje terapéutico en cada caso», explica Marta Herrero, investigadora principal del estudio.

El estudio refleja también que el 58% de los pacientes está siendo tratado con analgésicos, el 36% con antiinflamatorios, el 20% con opioides, el 16% con SYSADOA y el 13% con COX-2, sin distinción de género. «Detectamos una elevada prescripción de antiinflamatorios en una población con un elevado riesgo de problemas cardiovasculares y gástricos y un incremento exponencial en la prescripción de opioides en una población añosa y polimedicada. Sería más adecuado contemplar el uso de otros fármacos específicos para la artrosis» concluye Herrero.