Para las personas que eligen ser padres, este es sin duda el proyecto más importante de su vida. El embarazo y, por tanto, es normal que se trate de una de las decisiones más trascendentales que una persona puede llegar a tomar a lo largo de su vida. Esta circunstancia explica que en muchas ocasiones la búsqueda del embarazo sea algo planificado de antemano. No obstante, pese a esta planificación previa, es habitual que las mujeres no empiecen realmente a preocuparse por su estado de salud hasta que confirman su embarazo, habitualmente a partir de la tercera semana de gestación.

Sin embargo, los expertos recomiendan seguir una serie de consejos antes de lograr el embarazo con el objetivo no solo de favorecer la concepción, sino también de lograr un embarazo seguro y sano. En este sentido, desde que se considera la posibilidad de tener un hijo la futura madre debe empezar a cuidarse. Y es que los profesionales coinciden en que en realidad el embarazo comienza tres meses antes de la concepción. A continuación, te apuntamos varios consejos y recomendaciones que no debes pasar por alto.

Preparar el cuerpo para el embarazo En los meses previos al embarazo hay que planificar una serie de acciones que nos ayudarán a minimizar los posibles dolores y lesiones comunes durante el proceso de gestación.

Planificar el embarazo en una consulta preconcepcional. Hablar con nuestro médico es fundamental a la hora de planificar nuestro embarazo. Una consulta de este tipo, en la que se estudie el estado de salud de la mujer, así como sus hábitos de vida y nutricionales, puede ayudar a prevenir importantes malformaciones congénitas, como la espina bífida.

Planificar el embarazo en una consulta preconcepcional es fundamental. Foto: GettyImages

Tomar ácido fólico. Relacionado con el anterior punto, es muy probable que nuestro médico nos recomiende tomar un suplemento de esta vitamina para prevenir defectos del tubo neural y ayudar a evitar defectos congénitos en el bebé, como la anencefalia o la espina bífida.

Realizar ejercicio. Antes de afrontar un embarazo es recomendable tener una rutina de mantenimiento físico regular. El ejercicio moderado y las actividades de bajo impacto nos ayudarán a reducir la cantidad de cortisol, la hormona del estrés, del organismo y fomenta la fortaleza muscular y cardiovascular necesaria para llevar el peso extra del bebé.

Fortalecer los músculos pélvicos. Los llamados ejercicios de Kegel nos ayudarán a reducir el dolor pélvico durante el embarazo y además facilitarán el parto y ayudarán a evitar pérdidas de orina tras el nacimiento.

Los ejercicios de Kegel permiten fortalecer los músculos pélvicos. Foto: GettyImages

Evitar los malos hábitos. Abandonar los hábitos perjudiciales para nuestra salud, como el alcohol o el tabaco, resulta prioritario cuando nos decidimos a emprender la búsqueda de un embarazo. En caso contrario, no solo dificultaremos la concepción, sino que también favoreceremos que el bebé sufra daños.

Vigilar los medicamentos. Evita tomar medicamentos y si lo haces consúltalo antes con tu médico para conocer si es incompatible con el embarazo y en qué dosis puedes tomarlos. La mayoría de los fármacos están contraindicados durante el embarazo ya que algunos pueden producir un crecimiento anormal de las células fetales.

Cuidar la alimentación. Entre los buenos hábitos que debemos seguir cuando emprendemos la búsqueda de un bebé, la alimentación figura en un lugar prioritario. Es importante seguir una dieta sana y variada, aumentando de forma moderada el consumo de frutas, verduras, cereales, legumbres y pescados.

Una dieta rica y variada facilita la concepción. Foto: GettyImages

Prepararse para transportar al bebé en la tripa. Los ejercicios centrados en la parte central del cuerpo nos ayudarán a evitar durante el embarazo la separación de la musculatura abdominal, lo que puede provocar dolor lumbar, pélvico y otro tipo de lesiones.

Controlar el peso. La obesidad puede resultar un problema a la hora de concebir, por lo que es necesario controlar nuestros kilos. Además, con un peso adecuado nos resultará más llevadero el embarazo y nos sentiremos más ágiles y cómodas.

Practicar buenas posturas. Los efectos negativos de una mala postura pueden agravarse notablemente durante la gestación debido al peso extra que debe soportar nuestro cuerpo. Por ello, es fundamental establecer hábitos de postura saludables antes de afrontar un embarazo para reducir las posibilidades de dolor lumbar y pélvico.

Aprender a respirar. Justo antes del embarazo es bueno aprender técnicas de relajación y realizar ejercicios que nos permitan respirar de forma adecuada. Esto nos ayudará a afrontar el embarazo de forma más tranquila y relajada.

Los ejercicios de respiración alejarán el estrés y la tensión. Foto: GettyImages

Preparar tu mente. Relacionado con el anterior punto, también es importante trabajar nuestra mente para mantener a raya las situaciones de tensión y estrés. Y es que tener un hijo no solo requiere preparar nuestro cuerpo, tener ´sana´ nuestra mente también es fundamental.