El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad reitera su "firme compromiso" con el modelo español de farmacia después de que un informe de la Comisión Nacional de Mercados de la Competencia haya propuesto permitir la venta de medicamentos en otros establecimientos. Para el Ministerio, esta medida "supondría un importante riesgo para la salud de los ciudadanos".

El informe de la CNMC, hecho público este miércoles, propone entre otras medidas abrir la dispensación de medicamentos a comercios ajenos a la farmacia, liberalizar la venta por internet (en la actualidad, legal sólo para farmacias acreditadas) y supresión de la obligatoriedad de la colegiación.

En este sentido, el departamento de Alfonso Alonso considera que estas prácticas pondrían en riesgo la salud de los ciudadanos, al no estar garantizada la asistencia profesional, además de fomentar prácticas fraudulentas, como la venta de medicamentos falsificados.

De hecho, recuerdan que en países con modelos distintos, como Estados Unidos, hasta un 1 por ciento de los medicamentos que se consumen son falsificados.

El modelo español, vigente desde hace décadas, establece que para ser titular de una oficina de farmacia hace falta ostentar la condición de farmacéutico y la propiedad de éstas está regulada por las comunidades autónomas y la legislación estatal.

De este modo, argumenta Sanidad, se garantiza la profesionalidad del servicio farmacéutico y una atención farmacéutica de calidad al servicio del paciente, de ahí que a su juicio sea "el más apropiado para garantizar la protección de la salud por encima de cualquier otro interés".

Además, la cercanía de estos establecimientos ha permitido avanzar en el buen uso de los medicamentos, así como en la adherencia terapéutica de los pacientes crónicos o polimedicados.

El Ministerio defiende además que el modelo español permite un acceso fácil de los pacientes a su medicación, con independencia del ámbito rural o urbano en el que residan, y una eficiencia de costes que "sería difícilmente alcanzable" con sistemas como el propuesto por la CNMC, que equipara el medicamento con cualquier otro bien de consumo.

Sistema avalado por la UE

Por otra parte, Sanidad recuerda que el modelo español ha demostrado una alta capacidad de adaptación a las circunstancias, pues desde 1980 se ha pasado de tener que gestionar 10.000 medicamentos autorizados a los 27.000 que hay en la actualidad. Asimismo, el Sistema Nacional de Salud (SNS) ha pasado en ese mismo periodo de 400 millones a 900 millones de recetas dispensadas cada año.

Esta adaptación se ha producido sin aumento de reacciones adversas y ha conseguido evitar la entrada de medicamentos falsificados en el canal legal de distribución. Esto se debe a que la cadena asistencial, incluida la dispensación de medicamentos, está altamente profesionalizada según el modelo español de farmacia.

España ha defendido este modelo de oficina de farmacia en el marco de la Unión Europea, que ha avalado la accesibilidad, funcionalidad y garantía de servicio al ciudadano del mismo. También las decisiones judiciales, tanto españolas como comunitarias, han considerado ajustado al Derecho este modelo.

De hecho, en un comunicado el Ministerio ha querido "manifestar, una vez más, su agradecimiento a todos los profesionales farmacéuticos su labor al servicio de los pacientes, y se compromete a seguir defendiendo el modelo vigente".