La torsión testicular es una situación de urgencia, un cuadro de escroto agudo, que ocasiona un dolor intenso de aparición brusca en el testículo y que se presenta de forma más común en chicos jóvenes en edad prepuberal o en la adolescencia. En estos casos la rapidez en acudir a urgencias es vital para salvar la funcionalidad del testículo.

Torsión testicular

Según explica el doctor César Vargas, presidente de la Sociedad Catalana de Urología, la torsión testicular está originada por una contracción brusca del músculo cremáster que va del cordón testicular al escroto.

"Es un músculo más activo en esta época de la vida y por una contracción brusca puede hacer girar el cordón testicular estrangulando y obstruyendo el paso de la sangre hacia el testículo, lo que ocasiona una falta de vascularización que puede llevar a la necrosis", explica el doctor Vargas.

La torsión testicular se puede producir en el niño a partir de los 8 o 9 años de edad. Se diagnostica por la clínica (síntomas), la exploración es dificultosa por el dolor que ocasiona palpar el testículo y la ecografía puede ser también de ayuda.

El músculo cremáster es más activo en chicos jóvenes

El músculo cremáster es más activo en chicos jóvenes, con la edad toma más laxitud y no se contrae tanto aunque la torsión testicular también pueden padecerla adultos mayores. Es raro que se produzca por un golpe al jugar a algún deporte y puede suceder durante la noche mientras se duerme o por un estímulo sexual.

"No es infrecuente y lo más importante es acudir con rapidez a las urgencias. Hay personas que esperan a ver si se soluciona el dolor pero si hay isquemia y no llega la sangre es una situación de urgencia porque pasadas unas horas no se puede recuperar el testículo", señala el urólogo.

Transcurridas 6 horas no hay garantías de que se pueda salvar el testículo por eso hay que acudir a urgencias. Si no han pasado muchas horas se pueden realizar manipulaciones para eliminar la torsión pero esto es posible en un número muy reducido de casos, por lo general requiere de actuación quirúrgica.

Una cirugía menor pero vital

La indicación es quirúrgica y durante la operación, además de eliminar la torsión del cordón, se fija el testículo en su sitio, ya que suele tratarse de personas con cierta predisposición a la torsión testicular.

Pueden darse casos en los que la torsión es incompleta y llegar al testículo algo de sangre pero la torsión suele ser completa. Si se opera dentro de la ventana horaria de 6 horas se recupera la función del testículo, por lo general al 100%, a medida que este intervalo de tiempo aumenta es más difícil recuperar el testículo, y si la torsión es completa y se superan las 12 horas difícilmente será recuperable.

La intervención se realiza bajo anestesia, pero no requiere de permanencia en el hospital y sólo se aconseja no realizar ejercicio durante la siguiente semana. Se emplea anestesia locorregional (epidural) para el acto quirúrgico de eliminar la torsión del cordón del testículo y colocarlo en su situación normal y se dan puntos para fijar ambos testículos y evitar una nueva torsión.

Si se pierde el testículo, la función testicular se mantiene con el otro, pero por prudencia se fija el otro para evitar que sufra una torsión posterior, para ello se fija al músculo de la pared del interior de la bolsa escrotal.