La disfunción eréctil sigue siendo un tabú para la mayor parte de la población masculina.

Somos capaces de hablar de una forma natural sobre la mayoría de las enfermedades que padecemos pero incapaces de hacerlo si padecemos un trastorno de la erección.

Tanto nos cuesta que ni tan siquiera se lo comunicamos a nuestro médico, el único que nos puede ayudar.

En muchas ocasiones la disfunción eréctil puede ser la señal de alarma que nos avisa de otras enfermedades que padecemos, y es por ello que su evaluación se ha convertido en un procedimiento imprescindible en el cuidado de nuestra salud.

La disfunción eréctil nos indica en muchos casos el inicio de la disfunción endotelial, es decir, la alteración de las células que recubren nuestras arterias, siendo éste el primer paso para desarrollar la ateromatosis, enfermedad que puede iniciarse en la infancia y que, desarrollándose lentamente y sin dar síntomas, provoca la perdida de elasticidad de nuestras arterias, pudiendo dar lugar a enfermedades como la angina, el infarto de miocardio, accidentes vasculares cerebrales?

Son muchas las enfermedades que pueden iniciar el proceso de degeneración vascular como la diabetes, la hipertensión, las dislipemias (colesterol), enfermedades del aparato digestivo?

Es por ello que si se tratan adecuadamente los factores de riesgo, vamos a conseguir una mejoría significativa de las enfermedades antes descritas.

La clave la tenemos en una identificación precoz de los cambios vasculares en el endotelio antes descritos. Hasta ahora el diagnóstico de estas alteraciones era complicado e invasivo, hoy disponemos de un método sencillo, rápido y eficaz para poder realizarlo, el Endopat

El Endopat, aprobado por la FDA, permite en 15 minutos identificar los cambios que se han producido en el sistema vascular aunque todavía no se hallan manifestado los síntomas propios de la enfermedad.

Infinidad de estudios han demostrado que los cambios en el estilo de vida, además de la dieta y la actividad física, mejoraban o incluso revertían la enfermedad endotelial. Eliminar la obesidad, dejar de fumar y mejorar el control de la glicemia, estaba directamente relacionado con la mejora en la actividad sexual. La reducción del colesterol y de los lípidos hemáticos mejoró e incluso normalizó la actividad sexual, en un grupo de pacientes estudiados y esto demostró que cuanto antes se empieza el tratamiento de los factores de riesgo y cuanto menor es el número de estos factores, mejor es la respuesta farmacológica al tratamiento.

Es también fundamental, al mismo tiempo, evitar fármacos que han demostrado una interferencia con la función sexual como algunos betabloqueantes, diuréticos y antidepresivos, que deben ser sustituidos por otros que no la afecten.

Según la literatura médica y nuestra experiencia, la disfunción endotelial es una situación clave en la fase inicial de la disfunción eréctil, mientras que en una fase más avanzada es una razón que explica la disfunción sexual. Podríamos concluir que la experiencia nos indica que la disfunción eréctil es como una campana de señal de alerta que nos avisa de posibles episodios cardiovasculares en el futuro.

Puede y debe tratarse la disfunción eréctil, conjuntamente con los factores de riesgo de forma específica y a ser posible lo antes posible al inicio de los síntomas, para ello es fundamental que el paciente sea consciente de que ha de interesarse de manera activa por su situación y consultar al médico de forma clara y sin rodeos, al tiempo que el médico debe abordar esta problemática de forma eficiente y activa.

Sea valiente y si empieza a notar los primeros síntomas de disfunción sexual, acuda a su urólogo para intentar averiguar la causa de su problema y de esta forma evitar la aparición de otras posibles enfermedades.