Ana Locking ha sido este sábado la diseñadora más guerrera de la segunda jornada de la pasarela Madrid Fashion Week, ha arriesgado con estampados atrevidos y originales siluetas, demostrando que es capaz de construir un vestido "lady" con tejido de camuflaje o dibujar un sensual volante en una falda guerrillera.

Ana Locking dice que su colección habla de todas aquellas personas que huyen de su zona de confort, de gente independiente, de gente diferente, "a las que admiro y tomo como referencia personal para seguir avanzando por senderos menos confortables".

Y así ha sido, Ana Locking explora otros terrenos y presenta,'The Thinker' quizá su colección más lujosa, más ponible y atractiva, que arranca con un estampado de camuflaje y finaliza cuajada de lentejuelas.

La creadora parte del caos para llegar al orden, "es decir, mezclo tejidos y texturas hasta encontrar una armonía, es un patchwork de estilos ", explica Locking que primero destruye el tejido y luego lo vuelve a coser, material con el que trabaja siluetas ajustadas con vistosos volantes.

La diseñadora arriesga tanto en sus propuestas femeninas como masculinas con tejidos atractivos y potentes. Unos descubren flores bordadas que emergen en 3D de manera caprichosa, "otros sedas cargadas de perlas bordadas de forma casi anárquica", explica la diseñadora quien ha trabajado con colores como el verde militar, oliva, tierra, hueso, ceniza, sangre, lápizlazuli, cereza o púrpura.

Dentro de esta colección se hallan prendas divertidas, con tintes discotequeros atemporales como minivestidos de lúrex brillantes, pantalones de lentejuelas combinados con bombers.

Pero también piezas serias como un vestido "lady", de inspiración años 50, con estampado de camuflaje, y sobre el que se cosía piezas, que previamente había recortado, que otorgaban mayor volumen.

Otra serie importante son los vestidos de noche largos cuajados de perlas blancas, así como un body rojo, que bien pudiera ser un bañador, adornado con un sofisticado volante.

En las bambalinas de la pasarela Juan Duyos explica que la belleza de las flores le ha inspirado esta colección, "cuyo objetivo fundamental no es otro que embellecer a la mujer".

Los colores pasteles son la clave de una colección en la que prima el volumen y las profusiones de aplicaciones de flores, bien realizadas con lentejuelas, pedrería o tela. "No suelo trabajar la pedrería, pero en esta colección sí, me apetecía", explica este madrileño.

Y en medio de tanta flor, surgen vestidos enormes de rayas, una sobredosis de tejidos que recuerdan a las corolas de las peonías, y pantalones muy, muy anchos o un pijama en verde agua.

Cerró el desfile un bellísimo vestido largo de gasa cuajado de cristales y pedrería, una pieza exquisita que requiere horas y horas de trabajo. "Mi costura no es de impulsos, es una compra sosegada, necesita tiempo, no entra en el mapa 'lo veo, lo quiero' ", explica.

En el fondo de todos las propuestas reside el poso artesanal, la costura como a lo largo de la historia se entiende.

Hannibal Laguna está convencido de que los números nos "marcan", una razón por la que, este venezolano de nacimiento, ha decidido rendir "homenaje" a España con "+34", el prefijo que identifica el país desde el extranjero.

"Es una colección mediterránea", explica Laguna, que advierte de que ha hecho un ejercicio de "contención" para crear modelos sobre los que resalten las piezas de su recién estrenada colección de joyas.

Vestidos lisos, "pero con magia", en crepe, "simples, sin artificios, pero con una cuidada confección para que sigan siendo identificables como 'un Hannibal Laguna'".

"Todo un reto", según confiesa el diseñador que vuelca en la noche y en los vestidos de fiesta el eje de su creatividad.

Brocados inspirados en faldas de Balenciaga sobre organza, mantillas bordadas sobre encajes y lunares de brillantes son algunos de los detalles que estampan los delicados textiles de la colección.

"Los lunares no podían faltar siendo España la inspiración", y opta por incluirlos en brillantes sobre tonos neutros como el nude, el gris y el negro en gasas y textiles vaporosos.

Y por último, Ion Fiz, sube a la pasarela una segunda línea, "muy joven con acento deportivo, que estará a la venta el próximo lunes", cuenta este diseñador que se inspira en la estética del mar.

Después, este vasco muestra prendas de más costura, un cóctel más relajado que en otras ocasiones con pinceladas metalizadas. La pieza más valiosa, un vestido largo envuelto con una red de pesca de Fuenterrabía, cuajada de abalorios de nácar.

Por la mañana, mientras que Ulises Mérida presentó una colección poética, de siluetas depuradas con la que propone un estilo personal, "la mujer siempre dispone, elige lo que desea", la creadora Dolores Cortés, que contó con la presencia de la modelo la brasileña Ana Beatriz Barros, mostró piezas de baño inspiradas en el arte cinético.