Un Gentleman, ¿nace o se hace? Nosotros apostamos más por lo segundo. Con unos buenos consejos de moda y sobre todo, saber qué prendas debemos escoger, los chicos pueden convertirse en auténticos caballeros que triunfarán allá por donde vayan.

Gracias a la Cátedra The Glenlivet, dirigida por el autor del conocido blog ´El Aristócrata´, José María López-Galiacho y una de las principales referencias españolas en moda masculina clásica, ha querido dejar claras sus conclusiones sobre cómo ser y parecer un auténtico y perfecto Gentleman.

"Decía Oscar Wilde que la sola manera de adquirir una elegancia perfecta, era teniendo una educación perfecta. Y precisamente es esa educación perfecta la que debería ser la aliada a la hora de escoger el vestuario perfecto para cada ocasión", afirma José María.

La elegancia es siempre sinónimo de discreción, y por eso te comentamos 10 imprescindibles que no deben faltar en el armario de todo Gentlman que se precie.

1. Hacerse con un buen abrigo es invertir en elegancia y distinción: Un buen abrigo debería extenderse más allá de la rodilla, o al menos llegar hasta ella. A pesar de que en los últimos tiempos hayan predominado acompañando al traje abrigos creados para aficiones como la pesca o la motocicleta, ninguno de estos podrán competir con la elegancia intemporal de un abrigo tipo Chesterfield, Covert o Crombie.

2. El traje cruzado es la mejor tarjeta de visita del auténtico Gentleman: Aunque hoy en día los trajes de hilera sencilla se han apoderado de la mayoría de los armarios, un buen traje cruzado además de ser de una belleza muy superior es también infinitamente más estiloso.

3. Los zapatos de cordones no solo son la base, sino también los cimientos sobre los que descansa la edificación del palacio de la elegancia. El imprescindible Oxford es la pieza clave de cualquier conjunto, bien sea este de sport o de chaqueta. De querer buscar una elegancia intemporal, escojamos para nuestro traje un zapato de color negro. Y si además de esa elegancia le pedimos a nuestro conjunto que aporte un toque de frescura, introduzcamos otros colores en nuestro calzado próximos al coñac o al chocolate.

4. Elegancia y hechura personalizada son sinónimos en el diccionario del buen vestir. Un traje entallado, que no estrecho, un pantalón que caiga a lo largo de toda la pierna sin mostrar arruga alguna y que descanse sólo ligeramente en el zapato, unas mangas que permitan asomar un par de centímetros la camisa, son detalles importantes para crear un look perfecto.

5. Vestirse conforme la hora del día denota clase y conocimiento de las normas esenciales que aplican en la elegancia masculina. El traje azul, aunque nos pese debe reservarse para momentos de tarde.

6. Mezclar correctamente los estampados no debería ser complicado de seguir con atención unas cuantas normas básicas. Combinar correctamente los tres estampados principales, esto es, cuadros, círculos y rayas en las tres prendas principales, traje, camisa y corbata, no es sencillo.

Un truco para hacerlo con maestría es, por ejemplo, que cuando escojamos dos prendas con el mismo diseño, intentemos que dicho diseño sea de diferentes medidas en cada una de esas dos prendas.

Si por el contrario combináramos dos diseños diferentes, por ejemplo, círculos con cuadros o rayas con círculos, se debería intentar que estos diseños guardaran proporción en su tamaño.

7. Admitámoslo, sin pañuelo de bolsillo no hay elegancia posible. Un sencillo pañuelo de lino blanco colocado en forma paralela a la costura del bolsillo nos servirá tanto para vestir de forma elegante en el día a día como para hacerlo correctamente en un acto formal.

8. El color de los calcetines sí importa. Lo ideal es hacerlo coincidir con el color del pantalón y no del zapato. De no encontrar exactamente la misma tonalidad del color del pantalón, resulta recomendable elegirlos con un tono ligeramente más oscuro al de los pantalones.

9. Conozcamos aquellos colores que más nos favorecen y disfrutemos con ellos. Como norma general, deberíamos intentar trasmitir los colores de nuestra piel y de nuestro pelo. Una persona rubia quedará favorecida escogiendo corbatas de tonos cercanos al amarillo o al crudo, camisas blancas o de un azul pálido y trajes claros. Por el contrario, a una persona de pelo moreno le favorecerán más los tonos oscuros.

10. Conozcamos nuestro físico y escojamos el corte que resalte nuestras virtudes mientras oculta nuestros defectos. Como norma general apuntar que las personas de complexión gruesa deberían seguir las mismas pautas que las personas de reducida estatura: camisas a rayas, trajes diplomáticos, colores sólidos y oscuros y prendas sin diseños marcados, ni cuadros y corbatas que no terminaran más abajo del comienzo de la cintura del pantalón.