Una semana después del anuncio oficial del divorcio de Elle Macpherson y Jeffrey Soffer, empezamos a conocer los detalles de una separación millonaria. La súper modelo australiana podría mantener su residencia en la extensa mansión de Indian Creek, valorada en estos momentos en 26 millones de dólares. Asimismo, la maniquí de 53 años tendrá una compensación económica adicional de 53 millones de dinero en efectivo, cantidades irrisorias para el agente inmobiliario y heredero de una de las mayores fortunas de Miami.

Según publican medios estadounidenses, Macpherson abandonó el hogar familiar junto a sus hijos, Flynn y Aurelius, fruto de su matrimonio con Aspard Busson, hace un par de semanas. "Elle se siente aliviada de que se estén divorciando, la verdad es que han estado llevando vidas separadas durante meses", dijo una fuente. "Jeffrey tiene un temperamento temible y no había mucho que Elle pudiera hacer. La atmósfera se había vuelto tóxica", añadió. Fueron esas peleas constantes, de las que eran testigos su dos pequeños, las que llevaron a la celebridad a tomar la decisión de salir de su casa para empezar una nueva vida.

"Los problemas se remontan realmente a dos años atrás. Ella está convencida de que Jeff se estaba citando con otras mujeres a sus espaldas. Siempre trabajaba tarde y salía -quién sabe dónde-, mientras ella estaba con sus hijos en casa", señaló otro informador a Woman's Day.

Asimismo, la imposibilidad de tener hijos en las primeras etapas del matrimonio solo hizo añadir más tensión a la relación, aunque se rumoreaba que habían encontrado el vientre subrogado perfecto para aumentar la familia. Un sueño para el empresario que ahora se volatiliza del todo.