Hablar con Slick Woods (Minneápolis, 1996) no ha sido fácil. Dejémonos de eufemismos: hablar con ella ha sido casi más complicado que explicarle Simone de Beauvoir a Donald Trump por WhatsApp. La entrevista que tienes ahora entre manos ha sido fruto de semanas de ruegos y plegarias hasta dar con la modelo, enfrascada en viajes y algún problemilla leve de salud. Aunque la frase “quien la sigue la consigue” no es nuestra preferida -es más: exigimos ser castigados por haberla utilizado-, la paciencia dio sus frutos y logramos por fin hablar con Simone Thompson. Ah, no lo habíamos dicho: ese es su verdadero nombre.