Joan Montseny y Teresa Mañé, anarquistas catalanes de largo recorrido, habían comenzado a publicar La Revista Blanca en 1898 como vehículo de pensadores libertarios y afines (entre ellos, Giner de los Ríos y Jacinto Benavente). Su hija Federica, influida por la madre y por la feminista Teresa Claramunt, admiradora de Émile Zola y Máximo Gorki, se lanzó a publicar artículos sobre política e igualdad de sexos a la temprana edad de 16 años.