Era un día lluvioso en París y los paraguas se amontonaban unos detrás de otros en el portal del estudio de Maison Margiela. Tal y como se podría imaginar, todos sus empleados llevaban puesta una bata blanca. En ese edificio entre decadente y barroco, siempre se ha experimentado con la moda. El fundador de la firma, Martin Margiela, buscaba la esencia de las prendas a través de lo que en la casa llaman el décortiqué, es decir, su deconstrucción. Su sucesor actual, John Galliano, que se incorporó a la firma en 2014, sigue sus pasos por ese camino.