Conocí a Christina Rosenvinge en una lectura de poemas y canciones que dio Lou Reed en Madrid, en noviembre del 2012. Fue la última vez que vimos a Lou Reed vivo. Desde aquel día hemos hablado mucho sobre música y libros. En esas conversaciones siempre aparece el fantasma de la autenticidad, de lo imposible que resulta ser un creador independiente en medio de la comedia banal que se ha apoderado de todas las artes. Tener estilo sale muy caro. Yo he seguido y sigo su evolución musical como un fan más. Le pido a Christina por WhatsApp que me hable de sus influencias y me contesta que su música...