Enero es sinónimo de frío y con el frío del invierno las facturas suelen dispararse un poco más. Que si la calefacción a toda mecha, que si una ducha larga de agua caliente, que si más lavadoras de lo normal porque con la ropa de invierno se llenan antes€ Para superar tanto las bajas temperaturas como la temida cuesta de enero, te contamos varios trucos con los que conseguirás calentar tu casa sin usar la calefacción.

En primer lugar, piensa en poner alfombras. Son un excelente aislante térmico, que protege contra la humedad y el frío. Con todo, el suelo ideal para combatir el frío es el parqué o la moqueta. Además, las alfombras ayudan a hacer de tu casa un espacio más acogedor. Decoración y calor al mismo tiempo. Dos en uno.

Hablando de decoración, otro truco es llenar las paredes, especialmente las que den directamente al exterior, con libros y cuadros. De cierta forma, es como vestir una pared desnuda. Con esta idea, su temperatura subirá y la sensación de frío será menor.

No olvides que las velas también son útiles para calentar espacios pequeños. Una opción es distribuirlas por los distintos rincones para conseguir que la temperatura aumente€ siempre y cuando no se queden encendidas si te marchas de casa.

Además, se debe ventilar la casa a diario, nada de tenerla cerrada. Con cinco o diez minutos es suficiente. Descarta los momentos muy fríos y busca la incidencia del sol. Ya se sabe que los rayos solares son una de las calefacciones más baratas.

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Eso sí, una vez hayas ventilado, lo mejor es cerrar las puertas de las estancias en las que no estamos. Así se evitará que el frío se disperse por toda la casa y se consigue más confort en las habitaciones en las que nos encontramos.

En lo que respecta a la ropa, hay dos trucos clave. Por un lado, se recomienda vestir con colores cálidos para así atrapar el sol. Los colores y la temperatura están relacionados: cuanto más oscuro es un objeto, más calor absorbe. Piensa, si no, que cuando te vistes de oscuro en verano sueles tener más calor. Lo mismo sucede con los colores de las habitaciones. Es preferible elegir colores cálidos para pintar las paredes si la casa es especialmente fría.

Y, por otro, ¿qué sería de nosotros sin la manta, esa fiel compañera de las tardes de invierno? Las más efectivas para que no traspase el frío son las de lana, las polares y las de franela, compuestas de poliéster y algodón o fibras sintéticas, respectivamente.

Otra aliada es la cinta adhesiva, para tapar las posibles fisuras que pueda haber en puertas, ventanas y rendijas varias.