La presencia en las viviendas de algunos insectos se hace especialmente notable. Las hormigas, las cucarachas o los mosquitos son los más conocidos. Sin embargo, existen otros como las polillas o los llamados pececillos de plata que están ocultos a simple vista y que cada vez son más frecuentes.

Los pececillos de plata

Aunque su nombre oficial sea 'lepisma saccharina' lo más seguro es que los conozcas como pececillos de plata. Aunque la visita en casa de estos insectos sea indeseada, debes saber que son totalmente inofensivos.

Para eliminar estos odiosos pececillos de plata de tu hogar, lo mejor que puedes hacer es verificar que no haya ningún tipo de problema de humedad o goteras. Y es que a estos insectos les encantan los lugares húmedos y oscuros (como los cuartos de baño o los sótanos).

A la hora de limpiar, cada cierto tiempo es recomendable mover los muebles de sitio para evitar se formen criaderos de 'lepismas'.

Además, la higiene es muy importante para eliminar estos insectos, ya que se alimentan de toda la materia orgánica que encuentran a su paso.

Otro truco para eliminar los pececillos de plata de casa es sellar todas las grietas que encuentres en las paredes, las esquinas, los marcos de las puertas o incluso en el techo. Evita sellar las grietas con silicona, ya que se la pueden comer.

Si a pesar de todo sigues teniendo una plaga de estos insectos en casa pero has identificado su nido, prueba a rociarlo con alcohol etílico.

Las polillas

A las larvas de estas pequeñas mariposas nocturnas les encanta devorar las prendas y los tejidos de nuestros armarios, lo que puede suponer un auténtico engorro. Para eliminarlas deberás llevar a cabo una limpieza profunda en casa, aspirando bien las aspiradoras, cajones, armarios, sábanas e incluso cortinas.

También puedes pasar un paño húmedo por el interior del armario con algún desinfectante especial, o en su defecto, si no quieres usar productos agresivos, vinagre, que es un desinfectante natural.

Una vez hayas limpiado todo, hazte con un anti-polillas de lavanda, laurel, romero o tomillo. A las polillas les molestan mucho los olores fuertes.

Por último, es importante que evites la humedad ya que propicia la aparición de esas larvas. En el supermercado encontrarás absorbentes de humedad que puedes colocar en diferentes puntos de tu casa e, incluso, dentro del armario.