España puede presumir de tener auténticas joyas del medievo, algunas famosas como la hermosa ciudad de Ronda, otras más desconocidas cómo la impresionante localidad burgalesa de Frías.

A continuación, te ofrecemos una selección de algunos de estos municipios, que abundan en todo el país.

Bandujo (Asturias)

Bandujo (Asturias)

Situado en el concejo asturiano de Proaza, el pueblo de Bandujo conserva dos puntos de interés indiscutibles: su iglesia románica y la casa conocida como ´El Palacio´, de la que destaca su torre, conocida como la ´Torre de Tuñón´ o ´Torre de Bandujo´.

Bocairent (Valencia)

Bocairent (Valencia)

Las calles empinadas y escalonadas del barrio medieval conviven con las construcciones góticas y las reminiscencias islámicas en Bocairent, un pueblo ubicado en el extremo sur de la provincia de Valencia y en el que también son muy apreciadas su festividad de Moros y Cristianos.

Ronda (Málaga)

Ronda (Málaga)

Es una de las ciudades más antiguas y visitadas de España, es una parada obligatoria en nuestro viaje alrededor de la península ibérica. Las espectaculares vistas desde el abismo de Ronda convierten a esta ciudad malagueña en uno de los lugares más espectaculares de la geografía española. Ronda se encuentra situada sobre una meseta a 750 metros sobre el nivel del mar, al borde del precipicio que termina en el río Guadalevín.

Combarro (Pontevedra)

Combarro (Pontevedra)

Calles estrechas y hórreos dominan las vistas de Combarro, en la provincia de Pontevedra. Su coqueto puerto, además de los cruceros, constituye otro de los atractivos de un enclave de poco más de 1.500 habitantes y situado a escasos kilómetros de la capital provincial.

Valldemossa (Mallorca)

Valldemossa (Mallorca)

Chopin, Jovellanos y Borges pasaron temporadas en este municipio de la isla de Mallorca, situado en la sierra de Tramuntana. Las alquerías árabes empezaron a definir una identidad a la que, siglos más tarde, se añadiría la Cartuja que lleva su mismo nombre.

Santillana del Mar (Cantabria)

Este pueblo cántabro tiene en su Colegiata románica, con su claustro, el mayor atractivo turístico. Pero no hay que olvidar el Palacio de Velarde y otras construcciones medievales que le sitúan siempre entre uno de los enclaves más visitados del norte de España.

Ainsa (Huesca)

Ainsa (Huesca)

La provincia de Huesca esconde numerosos pueblos medievales. Uno de ellos es Aínsa, repleto del encanto pirenaico de una zona en la que las montañas condicionan toda la actividad humana. Entre sus principales activos, su castillo del siglo XI.

Frías (Burgos)

Su castillo y las casas colgantes caracterizan al núcleo de Frías, un pequeño municipio ubicado en el norte de la provincia de Burgos. Sus edificaciones están protegidas por una muralla medieval que se ha convertido en seña de identidad.

Medinaceli (Soria)

Como en muchos otros pueblos, la influencia mozárabe se funde con la cristiana en la arquitectura de Medinaceli, capital histórica de la comarca soriana del mismo nombre. Un pueblo de visita inexcusable para comprender la historia de España.

Tossa de Mar (Girona)

Tossa de Mar (Girona)

Este es uno de los pueblos con más encanto de Cataluña. Su ubicación frente al mar y su larga historia, que arranca en términos turísticos en la época romana, se condensan en un casco urbano empedrado y una cálida brisa mediterránea.

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