Dimite el gerente de Orihuela Cultural "por motivos personales"

El gerente de Orihuela Cultural, Ramón Manuel Gabín, ha presentado una carta de dimisión "por motivos personales" al alcalde Pepe Vegara.

Así, ha manifestado que desde su designación para el cargo, desde agosto de 2023, ha trabajado con "profesionalidad, pasión y honradez" para desarrollar los servicios encomendados por el Ayuntamiento, que se dieron "con un alto nivel de calidad", ha defendido.

En este sentido, ha defendido su gestión: "Recibí una empresa al borde de la disolución legal, y la dejo con la capacidad financiera suficiente para abordar un futuro tranquilo y ordenado". Sin olvidar, ha añadido, "una mejora eficaz en su organización y estructura de personal".

Lo avalan, a su juicio, las cuentas anuales presentadas y aprobadas y los convenios pactados con los representantes de personal.

Por último, se pone a disposición del alcalde para organizar el traspaso de toda la información, así como las tareas pendientes a quien proceda.

Vegara, por su parte, ha aceptado la dimisión. Se avecinan grandes cambios en la empresa municipal que gestiona los museos y teatros de la ciudad.

La dimisión se produce después de que seis de los nueve consejeros de Orihuela Cultural hayan pedido la convocatoria de un consejo extraordinario y urgente para cesar al gerente tras la polémica por la venta de entradas del concierto de Malú, sin que se hubiese aprobado la programación.

Desde que Vox asumió el área de Cultura, en manos de Gonzalo Montoya, la oposición ha criticado la falta de programación cultural, algo a lo que se ha sumado la polémica por la subvención a la Fundación Miguel Hernández, el uso del tren turístico para la boda del concejal y las supuestas amenazas de Montoya a un consejero de Orihuela Cultural.

Coordinadora de personal

La carta, fechada este lunes, coincide con otro escrito, del mismo día, de una trabajadora de Orihuela Cultural, coordinadora de personal, al alcalde en la que relata acciones en su contra que define como "acoso laboral y mobbing", que le ha llevado a una baja laboral: "Me consta que más compañeros están en la misma situación", afirma.

La empleada describe "las dificultades laborales" que enfrenta desde agosto de 2023, coincidiendo con los cambios políticos en la empresa, tal y como ya le comunicó a Vegara el pasado 7 de marzo: "En todo este tiempo he sentido una fiscalización constante sobre mi trabajo, una desconfianza sistemática en la realización de cualquier acción y la intención de llenar mis días de trabajo con tareas innecesarias para impedirme alcanzar mis objetivos".

Desde la incorporación de la nueva corporación, manifiesta que ha percibido "una actitud preconcebida" hacia ella, lo que ha limitado sus funciones y ha generado una desconfianza injustificada en su trabajo, explica.

La empleada relata que desde 2017 ha desempeñado el papel de coordinadora de personal "con dedicación y compromiso". Sin embargo, apunta que tanto el gerente como la guía han difundido "rumores y habladurías internas" sobre "supuestas quejas" de otros trabajadores con respecto a su desempeño laboral, con "una intención de hostigamiento y opresión".