Las obras de los antiguos juzgados de Orihuela descubren la entrada al refugio antiaéreo de Santa Justa

La puerta, que se cegó en los años 70 con la construcción del inmueble, se dejará abierta y conectada con el túnel subterráneo, que se usó también como calabozo y almacén municipal, una vez concluyan los trabajos de rehabilitación

Loreto Mármol

Loreto Mármol

Las obras de rehabilitación de los antiguos juzgados de Orihuela, que comenzaron en septiembre, han permitido un sorprendente hallazgo: la entrada al antiguo refugio antiaéreo de Santa Justa, el único que está abierto al público -con visita concertada en la Oficina Municipal de Turismo-, con una altura de entre 2 y 2,5 metros y una anchura de entre 1,5 y 3,6 metros.

Esta arquitectura de ingeniería civil, cuya misión era proteger a la población de los bombardeos de la aviación franquista, se iniciaba en el antiguo retén de la Policía Local, que lo usaba como calabozo, con una bóveda de ladrillo, para continuar con un túnel de trazado sinuoso y excavado en la roca bajo el actual barrio de Triana para salir después de 80 metros por la calle de Triana.

Fue uno de los últimos refugios en construirse, ya que su obra fue acordada en el Consejo Municipal del 28 de abril de 1938, en plena Guerra Civil. Después, se usó como almacén municipal hasta los años 90, cuando se clausuró su única entrada conservada para construir una hornacina con una representación de la Virgen de la Esperanza de Triana pintada sobre azulejos.

En 2011, el Ayuntamiento procedió a abrirlo de forma provisional, que llevaba prácticamente dos décadas cerrado. Fue entonces cuando se derribó el fondo de la hornacina y se procedió a la eliminación de los escombros y enseres que permanecían en el lugar tras sus años de uso como almacén. También se restauró la escalera existente, se instaló iluminación, incluida la de emergencia, así como señalización de evacuación a fin de permitir el acceso al público.

Ya en 2013 se rehizo la escalera para facilitar el acceso al público, se cambió la puerta y se eliminaron los azulejos de la entrada, quitando todos los restos de la hornacina de los años 90.

Las obras de los antiguos juzgados de Orihuela descubren la entrada al refugio antiaéreo de Santa Justa

Tony Sevilla

Siempre se había especulado con que hubiera otra entrada, la que ahora se ha descubierto, que se cegó al construirse los juzgados en los años 70. De hecho, está documentado por el arquitecto municipal que el refugio conectaba con los antiguos juzgados, que antes eran un cuartel.

Justo 85 años después de que se acordara la construcción del refugio, también un 28 de abril, se ha hallado esta conexión con los juzgados. "Es un auténtico descubrimiento", ha manifestado el concejal de Patrimonio, José Aix, que ha visitado el lugar junto con la técnica de Patrimonio Histórico, María del Carmen Sánchez, y el arquitecto municipal, Esteban Cacho, además de los responsables de la dirección de obra de la empresa adjudicataria de las obras.

Cacho ha explicado que, aprovechando la realización de los trabajos de rehabilitación del inmueble, se cubrirá la entrada al refugio para poder dejarla abierta y conectada con el túnel subterráneo. De este modo, ha añadido el edil, "cualquier visitante podrá disfrutar del refugio y de este edificio", que contiene diversos elementos que "son una sorpresa", como un paño de muralla que "posiblemente sea del siglo XIV".

Por su parte, Sánchez ha considerado que la localización de la entrada "es muy importante", puesto que "completa la información que teníamos del refugio de Santa Justa", además de ser "una manera de recuperar patrimonio histórico y cultural", propiciando "conocer lo que llamamos la arqueología de la arquitectura de este entorno", con el fin de "dinamizarlo y ponerlo en valor", ha agregado.

Su origen

En el caso de Orihuela, el Consejo Municipal se encargó directamente de la construcción de los principales refugios. Así, las actas municipales atestiguan la construcción o demolición de varios refugios antiaéreos.

De la media docena de refugios que existían, solo tres se han conservado en buen estado: el del subsuelo de la plaza Ramón Sijé, consistente en cuatro pasillos intercomunicados, con accesos en dos esquinas de la plaza; el de las Espeñetas, un amplio túnel excavado en la roca con capacidad para carros y camiones, y el de Santa Justa, el único visitable.

Desechado el de la plaza del Carmen por su proximidad al río, en abril de 1938, el Comité de Defensa Pasiva acordó construir un nuevo refugio horadando la sierra que tendría entrada por una casa de la calle de Santa Justa, propiedad del Consejo, en la que estaba instalada la Inspección de Policía. Finalizando la contienda, se usó también como almacén de abastos, como así se constata en una denuncia efectuada en 1939, teniendo que adoptar medidas de seguridad para hacer compatibles ambos usos sin poner en peligro los géneros allí depositados.