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Un brote obliga a cerrar un prostíbulo en Cox y a hacer PCR a la plantilla

Al menos cuatro personas resultan contagiadas en un foco detectado en un club de alterne del municipio de la Vega Baja

Exterior del Hospital Vega Baja, centro de referencia para la mitad de la comarca. TONY SEVILLA

Un brote de coronavirus registrado en un prostíbulo ubicado en la Vega Baja, en concreto en el municipio de Cox, ha obligado a cerrar las instalaciones y realizar pruebas diagnósticas a toda la plantilla de trabajadores y trabajadoras, según corroboran fuentes sanitarias consultadas por este medio. La alarma saltó cuando una de las empleadas del establecimiento presentó sintomatología leve compatible con el covid-19. El contagio de la afectada fue verificado a través de una prueba PCR en el hospital de la comarca, en Orihuela, y enseguida se puso en marcha el protocolo para poner en cuarentena al resto de la plantilla y tratar de constatar, hasta donde fue posible, el alcance de la cadena de transmisión. Con ello se han detectado al menos cuatro casos positivos.

La clausura del burdel se produjo cuando los facultativos tuvieron constancia de los primeros análisis con resultado positivo en covid-19, algo que ocurrió hace aproximadamente dos semanas. Así, comunicaron los hechos a las Fuerzas de Seguridad para coordinar la suspensión de actividad en el local y se extendieron las pruebas de diagnóstico a todos los empleados del prostíbulo, incluyendo el personal del servicio de hostelería y restauración, así como a las prostitutas, y al entorno social y familiar de todos los que pudieron entrar en contacto con el virus. Desde la empresa han rechazado realizar cualquier tipo de declaración a este medio sobre lo sucedido.

Según datos recabados por este periódico, y hasta donde se tiene constancia, ninguna de las personas contagiadas ha presentado síntomas graves e incluso alguna ha formado parte del grupo de los llamados asintomáticos, es decir, que no han sufrido ninguna consecuencia derivada de la transmisión. Transcurrido el tiempo de cuarentena obligatoria, algunos ya han recibido el alta y han podido retomar su vida con normalidad puesto que no son transmisores. Se trata de un suceso muy similar al registrado en los últimos días en un club de alterne de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), donde se han identificado ocho casos positivos y varios contactos continúan en seguimiento médico.

Distancia interpersonal

Aunque en las redes sociales del burdel ubicado en el municipio cojense se especificaba que el establecimiento seguía todos los protocolos y procesos de seguridad, higiene y limitaciones establecidas, es un hecho que mantener la distancia de seguridad durante la actividad sexual es prácticamente imposible, lo que favorece la exposición al contacto entre clientes, meretrices y el resto del personal; ello a pesar de que estén obligados al uso de mascarillas y aunque sigan las recomendaciones sanitarias del lavado frecuente de manos para evitar la transmisión.

Que los rastreadores de la Conselleria de Sanidad puedan hacer un seguimiento de los clientes que hayan podido visitar establecimientos de este tipo no parece precisamente sencillo. Son lugares en los que la confidencialidad suele ser la norma y no pocos buscan pasar completamente desapercibidos.

Ese es, probablemente, uno de los motivos por lo que algunos de ellos no quieran reconocer en su entorno más directo su visita reciente a un local de alterne y, por tanto, no se sometan a las pruebas PCR para identificar posibles contagios que pueden pasar desapercibidos al no presentar síntomas como fiebre o tos, entre otros. Esa situación podría difuminar la identificación de las posibles transmisiones en cadena y generar desde casos aislados de origen supuestamente desconocido a nuevos brotes en el entorno de una persona que haya resultado contagiada.

En el caso ocurrido en la Vega Baja, los hechos sucedieron en un complejo que cuenta con una sala de bar, así como una zona ajardinada exterior con barras, restaurante, además de las habitaciones donde se presta servicio a quienes deciden pagar a cambio de servicios sexuales. Son establecimientos donde, además, se suelen organizar fiestas privadas como despedidas de soltero, así como convenciones o reuniones de trabajo.

Incremento generalizado

Los hechos han ocurrido en un contexto en el que los rebrotes de personas contagiadas por el coronavirus se han multiplicado por toda la geografía nacional, con una incidencia más que preocupante en la Comunidad Valenciana. En concreto, desde el pasado 16 julio al 13 de agosto, los positivos se han incrementado en un 1.022% de media en toda la Comunidad, pasando de 253 casos a 2.840.

En la comarca ubicada al sur de la provincia, los casos de contagios de covid-19 han registrado igualmente un incremento progresivo desde que se decretó el final del estado de alarma, sobre todo en los dos municipios con mayor población, que son, además, los que reciben una mayor cantidad de veraneantes en periodo estival. Según fuentes de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, con datos publicados hasta el 13 de agosto, en Orihuela se registraron 29 casos positivos en los 14 días anteriores a esa fecha y otros 40 en Torrevieja, además de un goteo constante aunque mucho menos significativo en otros municipios cercanos.

El cierre del mencionado burdel durante un tiempo que por ahora se desconoce no ha sido el único decretado en la Vega Baja desde que se inició la desescalada tras el confinamiento. También se han clausurado otros establecimientos dedicados a la hostelería al detectar positivos entre sus plantillas de trabajadores.

Afectados por la prohibición del ocio nocturno desde hoy

Las nuevas restricciones al ocio nocturno y a los horarios de cierre de los establecimientos de hostelería también afectarán, presumiblemente, a buena parte de los locales de alterne. Son negocios que se encuentran entre los señalados por las nuevas prohibiciones impulsadas desde el Ministerio de Sanidad para tratar de atajar los brotes de contagios que se multiplican por todo el país y, con ello, también en la provincia de Alicante. En el caso de la Comunidad Valenciana es precisamente a partir de hoy cuando todos los negocios vinculados al ocio nocturno, como bares de copas o discotecas, deberán cerrar sus puertas hasta nueva orden, mientras que bares y restaurantes deberán clausurar su actividad, como mucho, a la una de la madrugada. La gran mayoría de burdeles cuenta con espacios donde se sirven bebidas hasta altas horas de la madrugada y algunos de ellos también ofrecen servicio de restaurante, con lo que tendrán que adaptarse a la nueva normativa que trata de frenar la pandemia.

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