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Un incendio calcina el balneario de Toyo Ito en Torrevieja

Los bomberos se afanaron en la extinción del fuego del edificio, que costó 1,5 millones y que lleva abandonado una década

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El balneario abandonado de Toyo Ito pasto de las llamas en Torrevieja

Las llamas calcinaron ayer buena parte de la estructura abandonada del balneario de lodos ubicada en Punta la Víbora de Torrevieja, junto a la urbanización Torreta III. La dotación completa del parque de bomberos de Torrevieja, con nueve efectivos, trabajaba al cierre de esta edición para extinguir el incendio, que se inició en la tarde de ayer. En la zona también se desplegó la Guardia Civil y la Policía Local.

Las llamas se extendieron a una zona del saladar protegido del parque natural, aunque estaba controlado. La intervención intentó evitar que se extienda a la zona urbana habitada que dista unos cincuenta metros del edificio.

Un total de 1,6 millones de euros han sido pasto de las llamas. Es el coste de la inversión realizada en 2006 y nunca concluida porque el Ayuntamiento decidió ubicarlo dentro del parque natural de las lagunas de Torrevieja y La Mata y en dominio público marítimo terrestre sin concesión de Costas, que desautorizó la finalización de las obras. El proyecto fue una idea del entonces alcalde Pedro Hernández (PP) y estaba ligado al desarrollo de un proyecto urbanístico anexo. La idea era aprovechar las bondades del lodo de la laguna de Torrevieja y sus populares baños de lodo, que se toman en las salinas y revitalizar una zona de urbanizaciones residenciales infradotada. La obra contó con una subvención de un Plan de Excelencia Turística del Gobierno de España.

En las últimas semanas el edificio ha sido lugar de encuentro para botellones y desde hace años la vigilancia de este patrimonio municipal es mínima. También ha acogido a personas sin hogar.

La historia se repite

No es el primer incendio que afecta a la construcción del edificio, diseñado por el arquitecto japonés Toyo Ito, y que llegó a Torrevieja de la mano del arquitecto Antonio Marquerie. Las llamas destruyeron la cubierta del edificio en marzo de 2012. En los últimos años la espectacular estructura helicoidal del edificio se ha convertido en uno de los ejemplos más llamativos de arquitectura del despilfarro y de «ruina posmoderna».

En el caso del balneario el suelo escogido estaba sujeto a las autorizaciones de Patrimonio del Estado, el parque natural de las lagunas y el dominio público marítimo terrestre. Fue finalmente la administración estatal de la gestión de Costas la que paralizó la construcción en 2004 por carecer de concesión y ocupar dominio público -que ni tan siquiera se solicitó para empezar las obras-.

En su día, incluso se habló de reubicarlo en una zona no protegida, para continuar con el proyecto de contar con una zona de baño de lodos en la localidad. Pese a su llamativa estructura de madera -que muy pocos han podido admirar- recibe calificativos más terrenales como «supositorio de oro» o «zurullo».

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