Cuando el Ayuntamiento concluya las obras de retirada del adoquinado que está a punto de adjudicar, habrá gastado casi 300.000 euros en suprimir este recubrimiento de la calzada que apenas contaba con diez años de historia, y que era una de las principales referencias del rediseño de la calle Caballero de Rodas. Una auténtica chapuza que le va a costar cara a las arcas municipales sin que la empresa adjudicataria en su día, Sedesa, vaya a responder por las deficiencias.
La mesa de contratación del Ayuntamiento de Torrevieja ha propuesto a la empresa Serrano Aznar como adjudicataria de la obras que deben suprimir el polémico adoquinado de las calles transversales a Caballero de Rodas y Ramón Gallud.
Serán otros 166.000 euros (con IVA) que se sumarán a la inversión de más de cien mil que ya empleó el Ayuntamiento en resolver el problema de los adoquines a lo largo de la calle Caballero de Rodas. Una piedra natural que desde su instalación en 2010 solo ha provocado problemas y sobrecostes en sustituciones y parches. La idea de convertir en travesías rústicas buena parte del centro del casco urbano se le ocurrió en su día al alcalde Pedro Hernández, que incorporó este acabado en la remodelación de la Calle Caballero de Rodas y aledaños con una inversión de casi cinco millones de euros financiada con un Plan E. En total el Ayuntamiento de Torrevieja retirará estos adoquines de seis tramos de calles del centro de Torrevieja.
El expediente ha tardado casi dos años en materializarse. Esta propuesta fue anunciada por primera vez en septiembre de 2018 por el entonces edil de Obras, Domingo Soler, con un presupuesto de 230.000 euros. La mesa de contratación ha adjudicado finalmente entre las diez empresas presentadas a la que ha justificado una baja más acusada sobre el precio de licitación. Desaparecerá el polémico adoquinado de las calles trasversales entre Caballero de Rodas y Ramón Gallud: los tramos de Patricio Pérez, Clemente Gosálvez, Maldonado, Bazán, Azorín, Joaquín Chapaprieta, María Parodi y Rambla Juan Mateo. Además, la actuación contempla la misma retirada de adoquines en las calles Chapaprieta y Azorín entre Ramón Gallud y el paseo de la Avenida Libertad.
En el proyecto aparece el reasfaltado de Ramón Gallud desde la avenida de Gregorio Marañón hasta la calle Apolo. Buena parte de este adoquinado, de mala calidad y de peor ejecución, está suelto y genera un característico bacheado al paso de vehículos. También provoca acumulación de agua y filtraciones a la superficie del material que se utilizó como solera. Los miles de adoquines que van a ser retirados, y que pueden ser luego reutilizados como material municipal, apenas tienen una década.
Rehabilitación
La actuación, que figura pomposamente como «rehabilitación» de las calles transversales de Ramón Gallud y Caballero de Rodas, pese a que se limita a retirar material deficiente, contempla también la supresión de parte de los polémicos bolardos que no paran de generar incidencias como pinchazos y roces en los vehículos. Esos bolardos separan la calzada de la acera, que fue diseñada de forma que se integra como un espacio peatonal único.
Las reclamaciones patrimoniales por los daños de estos bolardos son una constante desde hace diez años. Sin embargo, y pese a las constantes quejas durante este tiempo, también de los peatones que sufren caídas al tropezarse, solo se retiraron los que molestaban al aparcamiento de concejales de la corporación en la calle Maldonado.
