La empresa adjudicataria de las obras del nuevo parque del Raiguero de Bonanza reinició ayer las obras después de recibir el visto bueno de la demarcación de Carreteras que ordenó su paralización a mediados de este mes. El nuevo espacio verde jalona la N-340 a lo largo de 2.300 metros cuadrados, con juegos infantiles, arbolado, aparcamiento para coches y bicis y pavimentación. La actuación había comenzado el 9 de julio.

El servicio de vigilancia de carreteras advirtió en ese momento que la obra, con una inversión prevista de algo más de cien mil euros, no había sido comunicada al Ministerio de Movilidad, que debería haber estado presente en el acta de replanteo. En el proyecto de 2014 la administración estatal daba el visto bueno a la intervención con algunos condicionantes que no se habían cumplido. Algunos de ellos meramente formales, como comunicar quién es el director técnico de la obra o cuándo se iba a realizar el acta de replanteo para que también estuviera presente Carreteras. Otros de fondo. El principal que en paralelo a este proyecto se ejecutara obligatoriamente otro de drenaje de aguas pluviales. Todos esos requisitos se cumplieron ayer, incluida el acta de replanteo -esta vez con la presencia de la dirección general de Carreteras-.

La Concejalía de Infraestructuras llevaba días tramitando el desbloqueo de la paralización. Carreteras y el Ayuntamiento rubricaron el acuerdo que además de coordinar la afección de las obras al tráfico de este vial -es una carretera muy transitada, que además atraviesa el núcleo urbano- compromete al municipio a la hora de abordar el drenaje al que se aludía en el proyecto. En este caso se incorpora una actuación de Hidraqua en ese sentido.

Ciudadanos, que gestiona esta competencia municipal, lamentó ayer que el mismo día en el que se había cerrado este acuerdo el PSOE desvelara la paralización de las obras. Los socialistas habían recordado que se trataba de un proyecto impulsado por el gobierno de izquierdas de 2011-2015 y que lamentaba que se reiniciara sin tener en cuenta los condicionantes del Ministerio.

La Concejalía de Infraestructuras dirigió un escrito la Dirección General de Carreteras en el que "pide disculpas", en primer lugar, por el "malentendido", debido a que el Ayuntamiento consideraba que la autorización estaba concedida sin condicionantes al tratarse de zona de travesía cuya competencia es municipal.

El Ayuntamiento indica en ese mismo escrito rubricado por los técnicos que se ha comprobado que se garantiza "el fiel cumplimiento de las condicionantes y se señala que el proyecto autorizado por parte del Ministerio es el mismo que se va a ejecutar", y se adjunta "la adenda autorizada" que se ejecutará por Hidraqua, empresa concesionaria de los servicios de saneamiento, abastecimiento y pluviales. El municipio no aclara si para iniciar las obras a principio de julio se llevó a cabo un acta de replanteo, que legalmente fija el inicio del plazo de ejecución, que en este caso era de dos meses.