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La riá

Diversión en retaguardia

Cartel anunciador de un partido de fútbol en la retaguardia oriolana. información

Orihuela vivió la Guerra Civil en retaguardia, y no podemos decir que imperase la tranquilidad debido a las detenciones, depuraciones, asesinatos e incautaciones de bienes. Por otro lado, el establecimiento de la Academia de Carabineros en el Colegio Santo Domingo y del Regimiento de Aviación en el Convento de Santa Ana, de los hospitales para heridos procedentes de la contienda, de la llegada de refugiados y las colonias de niños, del envío de alimentos y ropa en varios momentos al frente bélico y la creación del Ejército Voluntario de Orihuela; crearon, en esos momentos, un ambiente variopinto en la ciudad en el que había que ofrecer no sólo auxilio sino también diversión.

Así, se desarrollaron algunas actividades organizadas por el Frente Popular con carácter benéfico o a beneficio de las Milicias, Socorro Rojo Internacional, Campaña de Invierno, Hospital y Refugio, dando lugar a la creación de agrupaciones artísticas que surgieron en el seno de algunas de las instituciones anteriormente citadas.

El 6 de septiembre de 1936 la Agrupación Lírica Oriolana en el Teatro Circo representó «Los Claveles» y «La nieta de su abuelo». Un mes después, el 17 de octubre, en el mismo escenario, el grupo artístico «Pesaxtel» formados por componentes de las organizaciones sindicales de Petrel y de Sax, puso en escena «España en sangre» con gran éxito económico y de público. Dentro de la zarzuela, el Cuadro Artístico Oriolano dirigido por I gnacio Genovés, representó «Luisa Fernanda», en dicho teatro el sábado 14 de noviembre del mismo año. Al día siguiente, el Grupo Artístico del Cuerpo de Carabineros de choque establecido en Orihuela puso en escena «Ni contigo ni sin ti» y «Larrea y Lamata», juguete cómico en dos actos de Enrique García Álvarez, que había sido estrenado en Madrid, en 1922. Esta última obra, la repusieron seis días después, con gran éxito de taquilla, y según «El Liberal» de Murcia, «la población antifascista acudió en masa» a la representación.

En ese lapso, dicho periódico daba la noticia de que tras unos días de licencia, después de haber sido herido en el frente de Extremadura, el alférez Amado Granell Mesado regresaba a su batallón de ametralladoras guarnición en Madrid.

El día de San Antón de 1937, se anunciaba que la Agrupación Artística Oriolana, a beneficio del Hospital y Refugio, interpretaría en el Teatro Circo, la zarzuela «Los Gavilanes». En ese mismo día se celebró un festival taurino «a beneficio de las obligaciones que ha contraído el Frente Popular como consecuencia de la guerra». Se lidiaron cuatro novillos de la ganadería Tomás Pérez Padilla que resultaron bravos y que se las vieron con Carmelo Albaladejo, José Vergara (Minuto), Pascual Bravo y Joaquín Pedrera. El triunfador fue el tercero de ellos que cortó las dos orejas y rabo, saliendo a hombros. Poco después, el cuarto torero fue asesinado en Orihuela en extrañas circunstancias. A su entierro asistieron un batallón de Carabineros y otro del Ejército Voluntario, ambos con su bandera y música.

No podía quedar en olvido la tradicional corrida agosteña, en 1937, en la que hubo buena entrada no llegando al lleno, notándose la ausencia de los aficionados murcianos. Actuaron Mariano Rodríguez, Florentino Ballesteros y Juanito Tirado que triunfó, destacando entre los picadores el oriolano «Sastre». El 23 de octubre de 1938, a beneficio de la Campaña de Invierno, con la plaza llena, lidiaron ganado de Garrido, Florentino Ballesteros, Niño del Barrio y Villanueva.

El Fútbol también ocupó un lugar preferente en la diversión, localizando a los equipos: C.D. Belgas, Estrella Roja, Atlético Orihuela, Popeye F.C. de Hurchillo, Orihuela F.C., Selección de Carabineros, Selección de Aviación y Peña Lolo F.C. que era el más destacado, disponiendo de campo propio frente al ladrillar.

El cine también prestó su diversión tanto en el Teatro Circo como en el Salón Novedades, sirviendo de solaz para la población en esas circunstancias, proyectándose algunas películas españolas como «Nobleza Baturra» o «El bailarín y el trabajador» con Roberto Rey y José Isbert, así como cintas soviéticas y americanas entre ellas «El hundimiento del Panay».

El día 28 de marzo de 1939, como algo premonitorio, en el Teatro Circo se proyectó «La Ley del Tailón» interpretada por Spencer Tracy. Así, con temores y sufrimientos se buscó la diversión en Orihuela en la Guerra Civil.

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