Conforme avanza el verano y el uso de las playas con medidas postcovid también se va abriendo paso la picaresca de los usuarios. La Policía Local de Torrevieja ha comenzado a actuar para evitar que algunos bañistas se apropien de las «parcelas» delimitadas con cuerdas sobre la arena de las playas este verano. Los agentes han detectado que en algunas playas, sobre todo, en las Cura -la más pequeña y concurrida-, usuarios ubican toallas y sombrillas a primera hora para dejar la zona a la hora de comer -con los mismos efectos personales- y regresar por la tarde al mismo emplazamiento.
Lo que han hecho los agentes en algunos casos es retirar esas pertenencias para que otros bañistas . También se intenta evitar que los bañistas reserven varias de las parcelas para usuarios que llegarán más tarde. La previsión es que a lo largo del mes de julio se produjera saturación en las playas de Torrevieja y el Ayuntamiento tuviera que optar por imponer franjas horarias para su uso. Algo que no ha sucedido. La única ocasión desde el 1 de julio en la que se impusieron restricciones de paso en la mañana del domingo pasado cuando todas las parcelas de la playa del Cura estaban ocupadas y algunos usuarios tuvieron que esperar en los accesos para entrar en la playa. El aforo con las medidas postcovid no debe superar las 650 personas cuando el habitual era de unas 2.000 en una playa urbana de apenas 370 metros lineales.
La imagen de las playas de Torrevieja no es de masificación. Muchas de ellas presentan huecos en las horas punta del día entre semana. Sobre todo en la playa de La Mata -conocida por su extensión-, Los Locos y Los Náufragos y en menor medida El Cura. Los bañistas también están utilizando la playa del Acequión aunque no está parcelada, formalmente pertenece al ámbito del Puerto y no es zona de baño, pero donde el sentido común impone la distancia social. Algo que los responsables de la gestión de las playas atribuyen a varios causas.
Sin aforos
En primer lugar se ha retraído un sector de público muy importante: el de las personas mayores. Todos los veranos protagonizan la escena de las sombrillas ubicadas a primera hora en la orilla de la playa. El de jubilados sigue siendo uno de los principales públicos estos días en las playas torrevejenses pero en menor número. Tampoco han llegado muchos de los turistas británicos y alemanes que pasan el día completo en la playa. La previsión de hosteleros y comerciantes es que la afluencia de público a la playas y el centro de Torrevieja se intensifique desde la festividad de la Virgen del Carmen, el 16 de julio.
El despliegue especial del Ayuntamiento de Torrevieja para supervisar la seguridad en las playas supera las 180 personas -incluidos una treintena de controladores contratados por la Generalitat. El municipio ha optado por un modelo de gestión postcovid con especial control de las ubicaciones en parcelas de 4x4 marcadas en la arena por cuerdas, sin franjas horarias, con accesos de entrada y salida diferenciados -solo están disponibles los lavapies en los de salida- y equipos específicos para la desinfección constante de mobiliario y lavapies. Aunque se ha realizado un esfuerzo de señalización los carteles de información no indican el aforo total de cada playa. Los controladores tampoco cuentan con un sistema automatizado de conteo de usuarios. El límite máximo lo impone la ocupación de las parcelas en cada una de las playas. Algo que solo ha ocurrido de forma puntual en la playa del Cura.
