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El Consell critica la «laxitud» de los controles de la UE tras llegar una nueva plaga

La consellera de Agricultura rechaza la «permisividad europea» en la entrada de productos de terceros países

Parcelas de cítricos en Torremendo afectadas por la plaga de la cochinilla Pulvinaria. tony sevilla

La entrada de una nueva plaga, desconocida antes en Europa, que está arrasando las parcelas de cítricos en la Vega Baja, ha colmado la paciencia de la Conselleria de Agricultura que ayer acusó a la Unión Europea de ser muy laxa en los controles fitosanitarios que hace a los productos importados. La consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica criticó la «permisividad europea» en materia comercial y de controles, «que obliga al uso de plaguicidas para hacer frente a nuevas plagas y enfermedades con la consiguiente incidencia sobre el medio ambiente y la salud de las personas y los consumidores». Críticas que realiza tras confirmar la conselleria que dirige la expansión de la plaga de Pulvinaria polygonata, una especie de cochinilla de la que apenas se conoce su ciclo biológico, y que ha arrasado ya 5.000 hectáreas de cítricos en la Vega Baja, como ya informó este diario.

Esta nueva plaga, procedente del continente asiático (aunque también está presente en Australia), nunca antes se había visto en Europa y se ha detectado, por primera vez en el continente europeo, en varias parcelas de cítricos de la Vega Baja, sobre todo en limoneros, aunque también hay afectados ejemplares de naranjos, mandarinos y clementinos. Agricultura confirma ahora la entrada de esta nueva plaga importada de terceros países. «Una muestra que refuerza la necesidad de extremar e intensificar los controles en los puertos de entrada de material vegetal», señaló ayer Mollà, quien recordó que así lo viene reclamando desde que tomara posesión del cargo hace ahora un año.

Esta cochinilla se alimenta de material vegetal y ha sido importada de terceros países, como ya ocurriera con el cotonet de les Valls, lo que «no solo supone un riesgo añadido para los cultivos sino que comporta un incremento de los costes que reduce la rentabilidad de las explotaciones», en palabras de la consellera. Mollà cuestiona la estrategia que propone la reducción de pesticidas y otros agentes químicos, como la que plantea el documento «De la granja a la mesa», mientras la «laxitud» en el control de los puertos de entrada en territorio europeo «crea la necesidad de aplicar este tipo de tratamientos para proteger nuestras cosechas», señaló ayer.

Presión

La consellera también ha trasladado la presión sobre la «urgencia en la intensificación de las inspecciones» al ministro de Agricultura, Luis Planas, -competente en la materia- ante la expansión de la Pulvinaria hacia el sur y el norte de la provincia de Alicante. La conselleria de Agricultura ha comprobado la eficacia de un predador natural, conocido ampliamente para combatir la plaga del Planococus citri (cotonet). A pesar de su uso habitual, este insecto no se aclimata adecuadamente y necesita inversión para las instalaciones destinadas a la reproducción y cría para su posterior reparto. Por ello, la consellera ha reclamado una partida presupuestaria de tres millones de euros anuales para «desarrollar una alternativa de lucha biológica viable contra una plaga introducida por un insuficiente control en frontera».

El predador son las larvas de cryptolemus mountrouzieri, que se ha demostrado que se comen los huevos de la Pulvinaria, aunque estas sueltas salen bastante caras.

Como ya informó este diario, la primera población de esta cochinilla se detectó hace un año en unas parcelas de cítricos en San Miguel de Salinas. El invierno cálido ha propiciado su expansión y ahora afecta a unas 5.000 hectáreas distribuidas en San Miguel de Salinas, Los Montesinos, Almoradí, Bigastro y la pedanía oriolana de Torremendo, aunque se está expandiendo peligrosamente por más municipios. El principal daño es debido a la succión de la savia que debilita al árbol, y a la acumulación de la melaza que excretan las ninfas y las hembras adultas, sobre las que se desarrollan abundantes hongos negrilla, que cubren hojas, ramas y los frutos, lo que imposibilita su comercialización. Se estima que esta nueva plaga ya ha hecho perder a los productores alicantinos unas 100.000 toneladas de frutos, en su amplia mayoría limones.

Capa de algodón

Los árboles afectados están llenos de una capa de algodón blanca que es el ovisaco que utilizan las hembras de estos insectos para colocar sus huevos, los cuales son muy numerosos. Los huevos eclosionan dando lugar a una elevada población en un primer estado inmaduro, que se dispersa y se sitúa sobre las hojas y las ramas, fijándose en ellas. Este cóccido, a pesar de ser polífago (comen gran variedad de especies vegetales), siente predilección por los cítricos.

Los agricultores se muestran impotentes ante su expansión y por ello pidieron a la Conselleria de Agricultura que les facilite muestras de ese predador que parece ser el método más efectivo contra esta cochinilla.

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