El equipo de gobierno del Partido Popular en Pilar de la Horadada aprobó en el último pleno derogar la ordenanza local contra la contaminación acústica, en un punto del orden del día incorporado por la vía de urgencia. La decisión, que contó con el respaldo de Ciudadanos, permitirá a bares y restaurantes realizar su actividad con muchas menos restricciones a los decibelios que llegan a la calle. Lo ordenanza, aprobada en 2012, imponía también un buen número de sanciones por su incumplimiento. Una decisión que da prioridad a la actividad económica ligada al sector turístico y de servicios frente al derecho al descanso de los vecinos. El edil del área Rufino Lancharro justificó públicamente la decisión como una forma de respaldar al tejido económico local durante este verano tras la crisis sanitaria.
La única referencia legal que puede quedar para los vecinos que en un momento dado pretendan denunciar la contaminación acústica es la ley autonómica. Una legislación que obliga a los municipios a contar con sus propios planes acústicos, recomienda que cuenten con una ordenanza propia y recuerdan que son los principales responsables de hacer cumplir la ley autonómica y su sanciones.
La portavoz de PSOE, Pilar Samper, explicó que hay que conciliar los intereses de un sector «que lo está pasando muy mal» con el de los vecinos de las zonas afectadas que es «turismo residencial que viene a descansar». El PSOE se abstuvo porque apenas tuvieron tiempo de analizar la iniciativa. «¿Por qué derogan la ordenanza directamente? Eso habría que preguntárselo al PP».
Por su parte, el edil José Francisco Albaladejo (Vecinos por el Pilar) se mostró crítico con el equipo de gobierno y explicó que deja a los vecinos al amparo de la legislación autonómica sobre contaminación acústica. «¿Cuando tengan que denunciar qué van a hacer? ¿Llamar a la Policía Autonómica?». El concejal, que se abstuvo porque la propuesta la recibió minutos antes de la sesión plenaria, indicó que el gobierno local lo que realmente tiene en cartera es la elaboración de una nueva ordenanza pero «se le ha echado el tiempo encima y con todos esos asesores que tiene, la única solución que le ha quedado es anular la ordenanza». Para el edil de izquierdas la iniciativa del gobierno está condicionada por los problemas de molestias por ruidos que se producen en la Torre del Pilar, una zona de gran afluencia de turismo residencial.
Problemas que han ido a más en los últimos años con la puesta en marcha en el centro comercial y de ocio con pubs y restaurantes en el centro de esta pedanía. Aunque esos mismos problemas de ruidos se trasladan a otras zonas del centro del casco urbano de Pilar de la Horadada y algunas urbanizaciones.
