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CORONAVIRUS

Orihuela solo dispone de 24 controladores de aforo para sus once playas

El Ayuntamiento ha prescindido de la parcelación y las franjas horarias porque asegura que va a monitorizar la ocupación a través de un sistema de cámaras que llegará a mediados de julio

La nueva normalidad es casi idéntica a la del verano de 2019 en las once playas de Orihuela. Porque el municipio ha optado por un modelo para garantizar la seguridad e higiene que pasa desapercibido para los miles de usuarios de sus espectaculares playas. Ni franjas horarias, ni «parcelación» de la arena para mantener la distancia de seguridad. Y solo 24 informadores contratados por la Generalitat. La medidas más contundentes anunciadas por el área de Playas y Seguridad pasan por la puesta en marcha de un sistema de control de aforo automático en los accesos y la instalación de una red de monitorización con cámaras. Fuentes del equipo de gobierno indicaron ayer a INFORMACIÓN que la previsión es que esos dos sistemas puedan estar instalados de aquí a «una o dos semanas».

Esa red de cámaras detectarán qué zonas de la playa están siendo ocupadas y las que están libres y calculará el porcentaje de ocupación en tiempo real. La aplicación no graba imágenes, ni almacena datos personales. Solo identifica las zonas del espacio que están ocupadas y las libres. Estos datos se cruzan y centralizan desde un control único con los recogidos en los accesos a la playa. Ese expediente de contratación no aparece iniciado en el perfil del contratante del Ayuntamiento oriolano. Tampoco qué inversión es necesaria para hacerse con este sistema. Orihuela cuenta con 16 kilómetros de costa: once playas -todas con bandera azul- que suman más de 175.000 metros cuadrados. La más pequeña, Cala Cerrada, supera los 5.000 m2. La Zenia-Cala Bosque y La Glea de Campoamor, las más grandes, los 30.000 m2.

Paneles

El municipio sí ha instalado paneles informativos con consejos básicos para evitar la propagación del Covid. El pasado miércoles los 24 controladores de la Generalitat comenzaron a trabajar para informar a los bañistas sobre esas medidas. Dos por playa. El Ayuntamiento había programado su dispositivo de seguridad en función de la previsión aportada por el Consell a los medios de comunicación de que el litoral oriolano, con 15 kilómetros de longitud, contaría con 44 controladores.

A estos informadores se suman los socorristas y un refuerzo de los efectivos de la Policía Local que este año vuelven a patrullar en bicicleta y también realizan sus labores de vigilancia en moto acuática, además de vehículos policiales convencionales. La Policía Local ya ha tenido que de forma muy puntual intervenir para evitar aglomeraciones en fin de semana. Fórmulas para asumir el control de las playas en este verano excepcional hay tantas como municipios costeros. Por ejemplo, el vecino de Torrevieja ha contratado a un «ejército» de 152 operarios -con un coste de 1,5 millones en solo tres meses y una adjudicación directa amparada en el estado de alarma- como controladores de sus cinco playas, a los que se suman 31de la Generalitat. Este despliegue se completa además con una exhaustiva parcelación de las playas -que en Torrevieja concentran un mayor número de bañistas en menos superficie-.

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