Ni ayuntamientos ni comunidades de regantes de la Vega Baja han articulado aún el ofrecimiento realizado por la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) para costear la instalación de rejillas en los azarbes que eviten que la basura llegue al río y acabe acumulada en la barrera de flotantes de la desembocadura del Segura en Guardamar. Es la crítica que realizó ayer el presidente del organismo de cuenca, Mario Urrea, en la visita que realizó a tres municipios de la Vega Baja. Urrea estuvo en Almoradí, Rojales y Formentera del Segura, donde recordó que el organismo que dirige ha ofrecido costear la instalación de rejas en cada uno de los azarbes y en las acequias para frenar buena parte de la basura y los residuos que acaban en el río. Y para ello, como ya publicó INFORMACIÓN, cuenta con un presupuesto de unos 150.000 euros, una media de 5.000 euros por rejilla, que se puede ampliar. «Tenemos presupuesto de inversión, el que haga falta, para colocar rejillas en los sistemas de riego pero necesitamos el compromiso de los regantes y los ayuntamientos para su mantenimiento», explicó.
La Confederación ha instalado varias pantallas de retención de objetos sólidos flotantes para evitar que los residuos, la mayoría urbanos, recordó Mario Urrea, lleguen a la desembocadura. La última ha sido colocada aguas abajo del casco urbano de Rojales, para evitar que los basuras lleguen al mar. Con ella ya son cinco las situadas en el cauce del Segura a su paso por la comarca.
Pero las pantallas flotantes no solucionan el problema de la cada vez más basura acumulada en el río. De ahí la intención del organismo de cuenca de llegar a un acuerdo con los regantes, ya que tanto las acequias como los azarbes son privados, para que den su permiso para la instalación de unas rejas en los entronques de los azarbes con el cauce viejo que impidan que los residuos acaben en el Segura. «Los ciudadanos exigen que se adopte ya una medida para evitar esa escena tan lamentable de los plásticos acumulados en la barrera de flotantes de Guardamar», dijo Urrea, quien se ofreció a las comunidades de regantes para que «a petición suya, también podemos colocar rejillas en los azarbes menores».
Urbanos
El presidente de la Confederación exigió a los ayuntamientos que se ocupen de la retirada de los residuos acumulados. «Los residuos urbanos, que son principalmente los que van a la barrera de flotantes, son competencia de los ayuntamientos», señaló Urrea, quien añadió que «la explotación de la retirada de los flotantes desde las rejillas a los contenedores y de estos a las plantas de valorización, es una competencia de los ayuntamientos y, en su caso, del gestor de residuos». Por ello, está dispuesto ha llegar a un acuerdo también con el Consorcio Vega Baja Sostenible, formado por los 27 municipios de la comarca, para la retirada de esos residuos que quedarían acumulados en los azarbes, y con los propios consistorios, con los que ya ha hablado.
Urrea se mostró en la Vega Baja muy firme a la hora de querer una solución al problema de la acumulación de basura en el río. La última limpieza del Segura se produjo a finales de mayo. En esa ocasión, la CHS retiró de la barrera de flotantes de Guardamar del Segura más de 3.000 kilos de basura acumulada, sobre todo plásticos. La mitad de esos residuos eran urbanos y la otra mitad agrícolas. Hace un año fueron 20 las toneladas de basura retiradas. «Quiero trasladar a los vecinos de la Vega Baja el compromiso de la CHS en insistir en encontrar una solución a este problema, intentando activar al resto de las partes», insistió Urrea, quien anunció que tratará de recuperar el sistema automático de limpieza que tenía la barrera de flotantes de Guardamar en sus inicios, y que se estropeó sin haberle dado solución por el momento.
