«¡Bienvenido a nuestro laboratorio secreto!». Es el mensaje que ven los niños y niñas nada más entrar en las urgencias pediátricas del Hospital de Torrevieja. Las paredes blancas se han transformado en un mundo de fantasía en el que superhéroes con rostros infantiles (para que los pequeños pacientes se vean reflejados en ellos) llenan de mensajes de ánimo este área hospitalaria. «Este suero te hace más fuerte», «esta capa tiene superpoderes», «Super ¡Fuerza!» o «vamos a darte superpoderes», son los mensajes que jalonan todas las estancias de las urgencias pediátricas acompañados por dibujos de superhéroes, que también decoran las cortinas que separan camas y hasta los goteros tienen fundas de cómics. «Hemos hecho un servicio hospitalario para que no pareciera un hospital», resume Pepa Soriano, directora de Enfermería.
Esta customización de la zona infantil del hospital torrevejense, gestionado por Ribera Salud, sumerge a los menores que tienen que acudir al centro hospitalario en una experiencia mucho más llevadera y les insufla ánimos y energía para el tiempo que tienen que permanecer allí, además de que los menores se muestran más tranquilos a la hora de ponerles un suero o darles un tratamiento. «Elimina el estrés que supone acudir al hospital y también conseguimos que mejore el estado anímico tanto del niño como de sus familiares», señala Soriano.
Con esta iniciativa los niños y niñas se divierten mientras esperan o son sometidos a cualquier prueba diagnóstica y mejora la predisposición de los pequeños a la realización de cualquier prueba médica. «Los niños y niñas están más tranquilos y contentos, lo que reduce cuadros de ansiedad y facilita el trabajo de los profesionales sanitarios», explica la directora de Enfermería del Hospital Universitario de Torrevieja.
Se trata de un proyecto que se enmarca dentro del plan de humanización integral del Departamento de Salud de Torrevieja que busca garantizar la dignidad y la individualidad de sus pacientes con el objetivo de crear un entorno más cercano, confortable, cómodo y seguro tanto de los enfermos como de sus familiares y de los profesionales sanitarios. Con iniciativas como ésta se priorizan las necesidades humanas y emocionales de las personas empatizando con los pacientes y consiguiendo que lleven su enfermedad de la mejor manera posible. Pasillos y salas de espera trasladan a los usuarios a un espacio virtual en el que los minutos de espera pasan de forma mucho más rápida. Los diseños creativos repletos de color consiguen distraer la atención de los más pequeños y de sus familias ante situaciones que puedan representar un estrés emocional como la de acudir a las urgencias pediátricas por un problema grave de salud.
Plan de humanización
Esta iniciativa se une a otras puestas en marcha dentro de ese plan de humanización de las urgencias pediátricas, como es el permitir que, en un horario determinado, los hermanos mayores de los niños ingresados puedan visitarlos o que el circuito de urgencias sea independiente con una sala de espera propia y su propio triaje, además de coches eléctricos que sustituyen, en algunos casos, a las camillas para los traslados de los niños por el hospital «para que, en todo momento, los menores se encuentren en un entorno más amable», señala Soriano.
El personal sanitario no lleva aquí las típicas batas blancas, han sido sustituidas por otras más coloridas y con dibujos animados. Además, la zona cuenta con una sala de lectura y el hospital tiene contratada a una profesora para que los pequeños que están ingresados no pierdan su actividad escolar. Además, el centro hospitalario ha hecho una inversión para comprar camas pediátricas y cunas grandes. En el Hospital de Torrevieja las urgencias pediátricas son atendidas también por pediatras, algo que no suele ser común en un hospital, que suelen ser los propios médicos de urgencias quienes atienden también a los menores.
Todo para sentirse como unos auténticos superhéroes que acuden a recibir los «superpoderes» que harán que se curen lo más rápido posible.
