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Torrevieja construirá un tanque de tormentas y un embalse regulador contra las inundaciones

La obra subterránea de 10.000 m2 está proyectada sobre el aparcamiento del parque acuático y la balsa en el actual saladar de acceso a la industria salinera

El tanque de tormentas subterráneo está previsto en el aparcamiento del parque acuático, en la imagen aérea. tony sevilla

Un tanque de tormentas subterráneo sobre 9.577 metros cuadrados, cuatro metros de profundidad y un volumen de almacenamiento de 39.640 metros cúbicos. Un embalse regulador sobre 46.000 metros cuadrados donde descarguen todas las aguas procedentes de la cuenca vertiente de la laguna de Torrevieja y de las Cortes Valencianas con posibilidad de desagüe en la bahía a través del canal del Acequión si se colmata. Y un sistema interconectado por doce balsas de laminación, bombeos, colectores y un cajón de pluviales paralelo a la vía parque. Esas son las infraestructuras estrella del plan director de pluviales que pretende desarrollar Agamed en Torrevieja en los próximos seis años.

El objetivo principal: reducir el impacto de las lluvias torrenciales que anegan periódicamente urbanizaciones, calles y carreteras en el municipio solo con precipitaciones que superen los 60 litros por metro cuadrado. Pero también cubrir otro muy importante: evitar la entrada masiva de caudales en la laguna de Torrevieja. Las lagunas han recibido históricamente grandes cantidades de agua por lluvias torrenciales que han malogrado la «cosecha» pero no como ocurre ahora: en pocas horas y con arrastre de componentes contaminantes en el agua como jabones y residuos con impacto ambiental.

La inversión: 82 millones de euros, financiación que la empresa -participada mayoritariamente por Hidraqua- liga a la ampliación de la concesión por 20 años. El tanque de tormentas estará ubicado en el subsuelo del aparcamiento del parque acuático, utilizado también como estacionamiento de vehículos del mercadillo. Ambos usos se mantendrán, y en ese tanque subterráneo confluirán varios colectores hasta un depósito de aguas contaminadas y otro de homogeneización, conectados por compuertas y diseñados para regular el paso de caudales en función del llenado del resto de infraestructuras de drenaje. La modelización del plan contempla además que en caso de gota fría este tanque pueda dar margen de más de una hora y media para retener la principal avenida de agua de la ciudad, la que procede de las urbanizaciones en torno a las Cortes Valenciana.

Cajón de la vía verde

Entre el tanque de tormentas y el embalse que recogería todas la aguas, el plan dispone de una red de 12 balsas de laminación -con dos de nueva creación y tres a ampliar- a lo largo de la CV-95, que se extiende desde Doña Inés a la urbanización el Limonar y San Luis, interconectadas a su vez por colectores. Los caudales, que ahora terminan en la laguna de Torrevieja, evacuarían en un cajón de pluviales de dos metros de ancho, aprovechando el trazado de la vía verde de Torrevieja hasta desembocar finalmente en el embalse regulador y, en casos de necesidad, en el mar por el Acequión.

La idea es que estas balsas de laminación se configuren de forma permanente como corredores verdes de uso público «en seco» y cumplir su función de evacuación en caso de lluvias torrenciales. La zona final de desagüe será lo que los técnicos denominan el humedal-embalse. La zona es el saladar natural que se encuentra entre al acceso principal del complejo salinero, la N-332 y la urbanización Torreta Florida. Si una tormenta llegara a colmatar también este espacio, el último recurso del sistema será la evacuación al mar del agua de lluvia a través del canal del Acequión.

La ejecución del ambicioso plan, pendiente de tramitación en el Ayuntamiento de Torrevieja y del informe del Consell Jurídic Consultiu de la Generalitat, requiere además autorizaciones de distintas administraciones: la vía verde , que aprovecha el trazado del antiguo ferrocarril, es propiedad de Adif ; mientras el uso del suelo en el espacio de las salinas, de dominio público, necesita no solo la autorización de la propia compañía, también de Patrimonio del Estado que es la propietaria de lagunas, sus orillas y el canal salinero hasta el mar, y de amplias superficies de servidumbre.

No menos importante, el uso del humedal de la laguna requerirá de una evaluación ambiental o autorización de la Generalitat porque afecta de lleno al ámbito del Parque Natural de las lagunas de Torrevieja y La Mata. También es necesaria una autorización expresa de la Generalitat para el caso de la evacuación de agua de lluvia al mar.

Una de las balsas de laminación más importantes del proyecto- 46.000 metros cuadrados y más 80.000 metros cúbicos de capacidad- señalada también como parque -situado en el perímetro de la calle Jorge Manquire con Hermanos Quintero-, figura como zona verde sin ejecutar en el Plan General pero más de la mitad del terreno afectado está en manos privadas.

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