El Ayuntamiento de Orihuela ha explicado que no puede realizar obras de restitución del paseo de la Glea en el tramo que coincide con al desembocadura del río Nacimiento porque es una competencia del servicio provincial de Costas dependiente del Ministerio de Transición Ecológica. Lo aclaró ayer el alcalde Emilio Bascuñana (PP) en una visita a la zona costera. Este tramo sigue muy dañado e impracticable para la circulación de vehículos desde los daños provocados por la DANA de septiembre de 2019 y por la borrasca Gloria en enero pasado. Este diario publicó por error en esta misma edición que el primer edil había pedido la cesión Ayuntamiento del dominio público de ese suelo a Costas.

El agua de la rambla se ha llevado por delante la solera del paseo y el asfalto en innumerables ocasiones en las últimas décadas, incomunicando las dos principales zonas de Campoamor y obligando a los vecinos a utilizar la N-332 o el antiguo puente de la Glea -con un estrecho carril-.

Bascuñana dijo que sin la competencia municipal en este tramo el Ayuntamiento no puede plantearse opciones para evitar los destrozos de nuevas lluvias como un paso sobreelevado o un refuerzo de la evacuación de la desembocadura de la rambla -el principal cauce de la comarca al margen del río Segura-.

El alcalde sí explicó que el municipio va a trabajar para que al menos se garantice el paso peatonal en esta zona de la playa, algo en lo trabajaban ayer viernes, los servicios municipales.

El municipio tiene pendiente la realización de las obras de reparación del paseo y viales de esta zona de Campoamor que sí son de su competencia pero que 9 meses después de la gota fría no han sido adjudicadas. Ayer se aseguró que la inversión de 90.000 euros de inversión no estarán ejecutados hasta finales de julio.

La imagen que presenta la zona está alejada de la que podría esperarse para el inicio de verano en esta zona litoral de Orihuela, y el impacto de la falta de actuación municipal y de Costas solo se atenúa por el hecho de que la ausencia de movilidad nacional e internacional por la crisis sanitaria mantiene el litoral con muy poca actividad del turismo residencial -procedente de la vecina Región de Murcia y de Madrid, en el caso del nacional-.

El Ayuntamiento de Orihuela lamentó ayer que tanto el tramo final del río Nacimiento hasta el puente de la Glea el cauce sean de dominio marítimo terrestre gestionado por Costas -antes de la ocupación urbanística se formaba una especie de albufera en esta zona- y que la Confederación mantenga esa misma competencia aguas arriba de ese puente. Lo que sí ha solicitado el Ayuntamiento es autorización para restituir la accesibilidad peatonal entre los dos extremos del paseo ahora separados por los destrozos provocados por la rambla.

Esta protección como dominio público por parte de la CHS y la Costas, sin intervención municipal, es la que garantiza que el lecho de la rambla no se haya colmatado -más- en los últimos años con zonas residenciales e instalaciones como aparcamientos y pistas deportivas. Son dominio público porque forman parte de un cauce y la legislación prohíbe su ocupación.

Todavía así el Plan General de 1990 permitió ante la pasividad de la Confederación Hidrográfica que se urbanizaran zonas que en la DANA se vieron muy afectadas por la crecida de la rambla.