Los agricultores alicantinos han comenzado a arrancar y labrar parcelas enteras de patatas y cebollas a punto de recolectarse al verse obligados a vender por debajo del precio de producción. Los precios están por los suelos. Ayer las patatas de la Vega Baja apenas se vendían en la alhóndiga a 0,12 euros el kilo. Los gastos de producción rondan los 25 céntimos por kilo. Una ruina para los productores. Por eso han tomado una decisión drástica pero para la que dicen no les ha quedado más remedio. «La patata de consumo tiene un precio ruinoso y en los mercados se están viendo muchas patatas de Egipto e Israel», señala Luis Gómez, agricultor y uno de los responsables de la cooperativa La Redonda de Los Huertos de Orihuela. «Es vergonzoso lo que está pasando», lamenta, y explica que «entendemos que en los mercados haya patatas o cebollas de fuera cuando no hay aquí, como se hace con otros productos, pero no teniendo producción nacional, con patatas en plena temporada y a precios irrisorios».
A los productores de patatas y cebollas no les salen las cuentas. Pierden dinero porque el coste de producción dobla al que obtienen vendiendo el producto. «Hay que pagar jornales, maquinaria, productos fitosanitarios etc, y luego van a vender lo obtenido y les pagan 15 céntimos por un kilo de patatas, normal que las arranquen», señala Gómez. «No entendemos cómo puede ser que a un mercader le salga más barato comprar las patatas egipcias si nada más el porte serán 6 o 7 céntimos, no se entiende».
Mientras los precios no dejan de incrementarse en los supermercados y sube también el consumo de frutas y hortalizas, los valores que perciben los agricultores han registrado un descenso en los últimos quince días en cebollas y patatas. Jóvenes Agricultores Asaja Alicante denuncia que no se está cumpliendo el marco normativo aprobado por el Gobierno hace tres meses con carácter de urgencia relativo a la obligación de fijar precios mínimos a los productos agrarios en los contratos de compra-venta para poder evitar así la venta a pérdidas. «Seguimos sin corregir la diferencia desproporcionada y abusiva que existe entre el precio percibido por el agricultor y el que paga el consumidor», critica el presidente de Asaja Alicante, Eladio Aniorte.
Los agricultores de productos como la patata o la cebolla se están viendo obligados a vender a pérdidas, por lo que a muchos productores no les está quedando más remedio que arrancar sus parcelas en comarcas como la Vega Baja, donde muchos productores veían en las patatas una buena salida a la pérdida de cosechas de invierno que tuvieron por culpa de la DANA. Muchos ni han cobrado aún la indemnización del Consorcio de Seguros.
Los precios de los productos en campo de la cebolla y la patata, las grandes perjudicadas de esta situación, no superan los 0,06 ?/kg en el primer caso y los 0,15-0,20 ?/kg en el del tubérculo. Este coste se sitúa muy por debajo de lo que el productor tiene que abonar para poder recolectar las cosechas. Aniorte señala que «los supermercados y grandes superficies siguen intentando lucrarse y sacar tajada de la crisis aplicando subidas injustificadas en los productos que venden y traen de fuera al ser más baratos, porque apenas tienen que abonar salario a sus trabajadores o usan fitosanitarios baratos, prohibidos en la UE».
La gran distribución vende patata de Egipto y de Israel y cebolla de Marruecos. Este deprecio se observa en el campo y también en las lonjas en las que en solo una semana la berenjena ha pasado de 0,95 euros/kg a 0,80 euros/kg; de 1,55 euros/kg a 1,50 euros/kg el pimiento; de 0,92 euros/kg a 0,80 euros/kg el pepino; el calabacín de 0,40 euros/kg a 0,36 euros/kg; y la alcachofa pasa de 0,95 euros/kg a 0,87 euros/kg en cuanto a los valores máximos que ha alcanzado en alhóndigas de la provincia.
