Ocho meses después de la pesadilla que vivieron los vecinos de Almoradí y de otros municipios de la Vega Baja afectados por la rotura de la mota del río durante la DANA de septiembre, todos ellos pueden ahora dormir más tranquilos. La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha terminado la reconstrucción y refuerzo del muro de contención del río Segura, que no tenía sujeción por detrás, no resistió la crecida del río por las lluvias de la DANA y se rompió, destrozando las casas que tenía enfrente y provocando las peores inundaciones en la Vega Baja en 140 años. El muro cedió a un lado y otro del puente que comunica Almoradí con Algorfa, inundando numerosas poblaciones de la comarca, que estuvieron varias semanas con el agua estancada.
Las obras, que comenzaron el pasado mes de noviembre, han sufrido retrasos y algunos incidentes, como las filtraciones de agua hace un mes tras unas intensas lluvias, que despertaron los fantasmas de la riada. Todo quedó en un susto y las obras continuaron a buen ritmo y ya se encuentran acabadas, a falta de unos trabajos auxiliares como la restitución de los caminos de acceso a la mota y frente a las casas que quedaron destrozadas con la riada. En estas obras de emergencia la CHS ha invertido 1.650.000 euros para reconstruir el muro y reforzarlo con el objetivo de mejorar su estructura para que pueda hacer frente a crecidas como la provocada por la DANA del pasado mes de septiembre.
Los trabajos han consistido en la reconstrucción del encauzamiento en la margen izquierda del río Segura, aguas abajo del Azud de Alfeitamí en Almoradí, y el derribo de los paños dañados que no llegaron a ceder. La reconstrucción del muro de contención afecta a un tramo de 96 metros y tiene 6,3 metros de altura, incluyendo la zapata. Además, se han repuesto la mampostería hidráulica y los servicios afectados. Para reforzar el muro, que ahora sí cuenta con sujeción, en la obra se han empleado 1.000 metros cúbicos de hormigón y 58.000 kilos de acero en las armaduras.
Las máquinas han estado trabajando varios meses en la zona afectada donde son visibles a día de hoy los daños provocados por las dos roturas en las motas del río entre los días 14 y 15 de septiembre, ambas separadas por medio centenar de metros, tan solo. La primera rotura afectó a Almoradí y Dolores y el agua fue en línea recta, mientras que la segunda, justo al otro lado del puente de la carretera de Algorfa, anegó la pedanía almoradidense de Heredades, Daya Nueva, Daya Vieja, San Fulgencio y Guardamar en busca del mar.
Las dos roturas en los muros de encauzamiento de la margen izquierda del río tuvieron una longitud de 150 metros, con el desbordamiento lateral del río que inundó a varios municipios de la Vega Baja, llegando hasta la desembocadura en Guardamar. Esos días se actuó de emergencia para contener la salida del agua del río con enormes bloques de piedras.
Responsabilidad patrimonial
Un puente separa las dos roturas que se produjeron y que tiraron parte de la carretera que lo atraviesa. La fuerza del agua dejó en la zona cero de las roturas una estampa desoladora. Derribó las paredes de las viviendas y arrastró varios vehículos, que aún permanecen, destrozados, en medio de un bancal. Los propietarios de tres viviendas situadas en el conocido como barrio de la Mota del Río de Almoradí han iniciado una solicitud de responsabilidad patrimonial dirigida a la Confederación Hidrográfica del Segura, como publicó INFORMACIÓN el pasado mes de febrero. Reclaman al organismo de cuenca que les indemnice.
Acusan a la CHS de ser la responsable de los daños producidos en sus casas por la falta de mantenimiento de los márgenes del río. Una de las roturas se produjo justo enfrente de sus casas. Miles y miles de litros de agua impactaron de lleno en esas viviendas. La estampa aún causa asombro entre los conductores que circulan por la CV-91.
