Cuando estas líneas vean la luz todo estará consumado. El Partido Popular de Torrevieja, con el alcalde la ciudad a la cabeza, se habrán saltado a la torera todas las señales de alarma que los partidos de la oposición, con el Partido Socialista a la cabeza, le han puesto sobre la mesa en las últimas semanas.

Pero ni una pandemia, ni un confinamiento total de la población, ni una desaceleración económica han conseguido parar la obstinación de Eduardo Dolón de sacar adelante estos presupuestos tal y como están. Y esa obstinación y esa aparente falta de pausar y meditar lo que está aconteciendo aquí y ahora, va a tener consecuencias muy graves para la ciudadanía torrevejense en el futuro.

A nadie se le escapa que estos presupuestos han sido elaborados teniendo en cuenta una realidad y una previsión de ingresos en un contexto de estabilidad económica y con buenas previsiones para el conjunto de la UE. Pero ahora esa realidad y esas previsiones se han diluido como un azucarillo en un vaso de agua.

El escenario que se avecina según las previsiones de los organismos internacionales para la zona euro es de una recesión en términos económicos y sociales. Y el Partido Popular en Torrevieja solo tiene como política social el parcheo y sacar la foto para la prensa y las redes sociales que lo que no se ve parece que no se ha hecho.

Estos presupuestos no contemplan este nuevo escenario de crisis económica y social ni prevén una posibilidad de rebrote de la pandemia que obligue a un segundo confinamiento de la población. Es primordial que los gobiernos se anticipen o tengan previsto algún plan alternativo ante determinadas circunstancias excepcionales. Pero ni Eduardo Dolón ni estos presupuestos contemplan tal posibilidad, fiándolo todo a que escampe o ya veremos qué hacemos si las cosas se tuercen.

Pero la oposición ha dicho no; y el Grupo Municipal Socialista de manera enérgica. Tenemos el deber moral de no dejar a nadie atrás, de sentar las bases para el sostenimiento de la cohesión social y anticiparnos a las necesidades que la crisis sanitaria y económicas van a provocar. Nos enfrentamos a un reto mayúsculo y no podemos hacerlo marcándonos un gol en propia puerta. Y estos presupuestos, Sr. Alcalde, van a ser aprobados sabiendo que no están diseñados para la nueva realidad. Y llegados a este punto cabe preguntarse por qué no hemos parado antes ni tratado de que todas las fuerzas políticas llegasen a un consenso del que hubiera salido un nuevo y mejor presupuesto que recogiese más ayudas sociales, planes específicos para pymes y autónomos, prórroga de plazos para impuestos y tasas municipales, entre otros temas.

Pero el sentido de gobernanza del PP y de Eduardo Dolón no va más allá de las rencillas pueriles, de las batallas entre partidos políticos. El verbo cooperar no es conjugado por el Partido Popular en Torrevieja. Aunque sea a costa de perjudicar a la ciudad. Más que los presupuestos de la inversión éstos se han convertido en los presupuestos de la obstinación.