El Ayuntamiento de Torrevieja no ha recurrido la sentencia que exime a la Sociedad Musical "Ciudad de Torrevieja-Los Salerosos de devolver una subvención municipal de 35.000 euros. Con la decisión del municipio de no apelar la sentencia de la Audiencia Provincial el fallo -que ya avanzó INFORMACIÓN a finales de enero pasado- es firme. Algo de lo que ha informado hoy la entidad en un extenso comunicado en el que lamenta la falta de solidaridad de los miembros de la junta rectora del Patronato Municipal de Cultura Joaquín Chapaprieta, que votaron a favor de la reclamación de la ayuda en el juzgado - y con mención especial hacia la presidenta de la Unión Musical Torrevejense, la otra banda de música de la ciudad-. La mayor parte de los miembros de ese patronato forman parte del mismo en la actualidad.

El presidente de la entidad Guillermo Hernández presidente de la Sociedad Musical "se congratula de notificar de manera oficial que una vez recurrida por la propia entidad musical en la Audiencia Provincial, el Tribunal de lo Contencioso administrativo nos da la razón, da la razón a los Salerosos. Después de luchar contra viento y marea". Hernández asegura que la acción judicial municipal "da la impresión de haber sido como una especie de caza de brujas contra la entidad a la que represento, y ha quedado demostrado que la entidad jamás ha modificado sus cuentas; que siempre se cumplieron con todos los requisitos exigidos para recibir la subvención, tanto económicos como de cumplimiento de las actuaciones; y que la Sentencia demuestra lo que siempre hemos dicho, que hemos entregado cuanta documentación se nos pidió".

La misma fuente indica que el fallo se ha producido después de un procedimiento judicial largo, emprendido por el Ayuntamiento de Torrevieja en el año 2016, a raíz de una auditoría externa ordenada por la misma interventora que había validado con una fiscalización previa la subvención a la entidad. "Se reclamaba la devolución íntegra de la subvención -más de 30.000 euros- después de que el propio Ayuntamiento la hubiera aprobado, y tan solo basándose en una auditoria externa, que "ni tenía ni sentido, ni carácter vinculante, ni se acreditaba como tal para exigir la devolución de la subvención basándose en criterios totalmente contrapuestos a los exigidos por el propio Ayuntamiento a través de la Intervención y el Instituto Municipal de cultura", según valora Hernández.

El presidente de la entidad "lamenta el modo de actuar del anterior alcalde, José Manuel Dolón, así como de todo el equipo de gobierno por aquel entonces. Acudían a las Juntas Rectoras a hablar tan solo de las posibles responsabilidades patrimoniales que se les podían exigir a los componentes" de la Junta Rectora en el caso de votar en contra de reclamar la devolución del dinero. "A eso y a invitarme a abandonar la sala -como representante en la junta- generando una total indefensión de nuestra sociedad".

La reclamación de la subvención, admite, hizo "tambalear los cimientos de una entidad que acaba de cumplir el trigésimo aniversario, aunque, afortunadamente, no lo han conseguido y aún nos quedan muchos años por seguir ofreciendo enseñanza y cultura a la ciudad de Torrevieja".

El presidente y toda la directiva "lamentan el daño que se ha generado a la sociedad en estos casi cuatro años", pero "contentos al comprobar cómo se ha hecho justicia y gracias a las ganas de todos sus directivos, socios, profesores, alumnos y músicos, así como de todas aquellas personas que siempre creyeron en nosotros, incluso pidiendo avales y préstamos particulares, para seguir luchando y defendiendo el gran trabajo cultural y de docencia gratuita que lleva realizando la sociedad a la que represento desde sus inicios, pese a quien le pese".

Pero por otra parte, lamenta Guillermo Hernández "la tristeza que le genera comprobar cómo en este río revuelto y sin orden ni concierto, muchos se olvidaron de la presunción de inocencia y nos sentenciaron contra el paredón antes de tiempo, o votaban en contra de nuestros intereses de supervivencia en las juntas rectoras para terminar de rematarnos, caso de muchos partidos políticos o de otras sociedades, como la manifestada por la Unión Musical a través de su presidenta, poniendo en duda nuestro saber hacer y nuestra absoluta integridad moral. Quiera Dios, no se encuentren alguna vez en la misma tesitura, que ni queremos ni deseamos nadie de los que representamos a la Sociedad musical "Ciudad de Torrevieja, Los Salerosos".

Dudas sobre la auditoría

A la entidad le parece "inaudito que se haya auditado a una sociedad después de que hubiese pasado todos los controles para recibir la subvención, controles que no son fáciles de cumplir como bien saben todos los que concursan: la justificación en Intervención Municipal, la aprobación del Instituto Municipal de Cultura a través de su junta rectora, y la posterior ratificación del propio Ayuntamiento y llega a poner en duda que el azar haya decidido que fuera nuestra Sociedad la afortunada para ser auditada".

Hernández "tampoco entiende que después de que el juzgado diera la razón a la entidad, los que formaron parte de todo el procedimiento: concejales, junta rectora y técnicos del Ayuntamiento, se vayan de rositas y no se depuren responsabilidades" y que "es un sinsentido que en todo este procedimiento la única que se lo jugaba todo para bien o para mal era nuestra Sociedad Musical". Asegura que la sentencia no se ha hecho pública antes ya que el Ayuntamiento podía recurrirla -aunque el original del auto judicial se difundió ampliamente en redes sociales-.

La auditoría no solo detectó supuestas irregularidades -que ahora el juzgado ha demostrado que no estaban avaladas- en la justificación de la ayuda de esta entidad. También lo hizo para el caso de una delegación de asociaciones de padres de alumnos a la hora de gestionar ayudas para el transporte escolar. En un procedimiento de reclamación por alcance que el Ayuntamiento no ha dado públicamente por cerrado y que suma un importe que supera los 280.000 euros.

Hernández mostró su apoyo "a toda la ciudadanía de Torrevieja en estos difíciles momentos por los que el mundo atraviesa, deseando se acabe de una vez por todas esta pandemia que ha minado la moral de toda la sociedad y por la que han fallecido muchas personas, ofreciéndose en nombre de Los Salerosos, a colaborar en conciertos benéficos para recaudar fondos si así fuera preciso".