¡Hoy, en Orihuela, es martes de Perdón y Ecce Homo! La verdad es que -bajo mi más que discutible punto de vista- la situación en la que se encuentra el país -por culpa del bicho cabrón- ayuda a que, sobre todo por parte de nuestros desgobernantes -que parecen no tener otra cosa que hacer- se digan y se hagan estupideces, muchas; ¡cuantas más mejor! ¡Es ponerse a decir tonterías y estas fluyen cual agua cristalina por las escorrentías de Sierra Nevada! La incontinencia verbal de los políticos va en su código de barras, el que traen de fábrica, aunque -como el material sanitario comprado a China- sea defectuosa. Es aquello de ¡a ver quién dice la gilipollez más grande!

A los chicos de Pedro Sánchez -¡y a él mismamente!- les vamos a tener que dar dos medallas, una por incapaces y otra por si la pierden. Parece que tienen una idea preconcebida, la de que somos más tontos que Pichote, "que metió la cuca/pilila en un bote y dijo mira, mamá, una angula". Nos toman por imbéciles o, tal vez, por ingenuos. Sí, creen que somos imbéciles, ingenuos, confiados, que estamos desnortados y faltos de alguien que sepa por dónde llevarnos y qué decirnos, pero que tenga cierta credibilidad.

En la última semana he escuchado cosas que me han recordado situaciones vividas en primera persona. Las han dicho tipos que, en teoría, deben estar mucho más preparados que yo, porque, no en balde, son ministros del Reino de España, por ejemplo Salvador Illa, que nunca responde a lo que se le pregunta en las "ruedas de prensa dirigidas" -así no se sale del guion establecido por su jefe-, o Pedro Duque, el astronauta que ejerce como tal, porque parece estar todo el día en las nubes. ¡A ver si es que volvió de sus paseos cósmicos -como los de Salvador Dalí- un poco "tocao del perol" y no da pie con bola y cada vez que habla sube el pan! Por cierto, ¡he dicho Reino de España; luego explicaré por qué!

Mirad, en una rueda de prensa "tuve un rifi-rafe dialéctico" con el ex director del Instituto de Neurociencias de la UMH, Bernat Soria, que luego sería ministro de Sanidad, con Rodríguez Zapatero. Y todo ante el asombro de, entre otros, el rector de la institución académica ilicitana, Jesús Rodríguez Marín, quien, sin embargo, parecía estar encantado con el "acorralamiento" a su "investigador franquicia", dada su diferente militancia política, uno (Soria) del PSOE, el otro (Rodríguez Marín) del PP. ¡Dice mi hermana que no me callo ni bajo del agua! Soria, en aquella comparecencia, aseguró que "en el plazo de 10 a 15 años" se tendría una vacuna contra el parkinson y la diabetes. ¡Chúpate esa baronesa! Le dije que no estaba bien jugar con la ansiedad de quienes sufrían estas patologías. Y cité a mi padre, enfermo de parkinson, que murió hace quince años. Yo mismo, le espeté al ex ministro, soy diabético. De aquel encuentro han pasado unos veinte años, aproximadamente, y mi padre murió sin vacuna ni tratamiento, mientras que yo sigo pinchándome insulina tres veces al día. O sea, "pipes i carases", como dicen en Elche. ¡Ay, Bernat, te podías haber callao; joer!.

¿Por qué digo esto? Pues porque el ministro de Investigación, Pedro Duque, aseguró la semana pasada que a finales de abril se tendrá una vacuna contra el coronavirus/covid 19. No hay nada peor que dar fechas/plazos, porque normalmente te equivocas. Es más, Duque fue desmentido, pocas horas después, por una de las más reputadas investigadoras del CSIC, quien anunció que antes de un año no se tendría vacuna alguna para hacer frente al bichito. ¡Tooomaaaa, Pedro Duque! ¡Hombre, no soy quien para dar consejos a nadie, pero tú, como le dije a Bernat Soria, también te podías haber callao, porque en boca cerrada no entran moscas!¡Ya se sabe que más vale una vez "colorao" que ciento amarillo! ¿Y qué me decís del filósofo metido a ministro de Sanidad? Para él, antes no era necesario que nos pusiéramos mascarilla, ahora es primordial. ¡Illa es la personificación de la política del recule continuo!.

¿Sabéis por qué decía lo del Reino de España? Pues porque el BOE ha publicado, en plena crisis por el bicho cabrón, una proposición de ERC por la que, a partir de ahora, "se despenalizan las injurias a la Corona y los ultrajes a España"; o sea, que -con perdón- "nos podremos defecar en la progenitora del Rey" -doña Sofía- o "limpiarnos los mocos con nuestra bandera", como hizo Dani Mateo. ¡No será delito!. Así las cosas, rascachanes, no deis fechas/plazos, porque "nada es verdad ni mentira, sino del color del cristal con que se mira" (Ramón de Campoamor).