La llamada de los vecinos ha permitido a la Guardia Civil descubrir que un bar de Torrevieja seguía con actividad aunque con la persiana bajada para no despertar las sospechas durante el estado de alarma por el coronavirus (Covid-19). Según un comunicado del instituto armado, la actuación se produjo el pasado jueves cuando los agentes verificaron que el establecimiento seguía recibiendo a clientes y se ha propuesto sanción económica tanto al propietario como a un cliente.

Los guardias civiles comprobaron que un hombre de avanzada edad que paseaba un perro se colocó frente a la puerta del bar y, tras comprobar que no había ningún agente cerca, dio con su pie dos golpes a la puerta. Desde el interior del local, otra persona le abrió y el cliente accedió rápidamente al interior antes de que se bajara de nuevo la persiana.

Los agentes uniformados accedieron también al local y comprobaron que, efectivamente, el cliente estaba consumiendo y que había, incluso, una botella encima de la barra mientras que la cafetera se encontraba encendida.

Las sanciones en Torrevieja por incumplir las normas de confinamiento y distancia social se cuentan por cientos en Torrevieja desde que comenzó el estado de alarma, con casos llamativos como la clausura de un gimansio que funcionaba con la persiana bajada, la tienda de ultramarinos que vendía drogas o el detenido después de haber sido sorprendido en seis ocasiones anteriores saltándose el encierro.

Como consecuencia de ello, tanto el propietario del bar como el supuesto cliente del mismo han sido propuestos para sanción, por no respetar las restricciones de movilidad dictadas en el R.D 463/2020, del estado de alarma.