El Ayuntamiento de Torrevieja celebró con éxito el primer pleno telemático de su historia. Algo más de hora y media de unanimidad, con algunos matices, y un minuto de silencio por los fallecidos por la pandemia de coronavirus. Todos juntos en la misma pantalla pero en absoluto revueltos. Más cerca, en primer plano, pero mucho más lejos. Mientras que el equipo de gobierno del Partido Popular se recreaba en el «logro» tecnológico, las caras de todos los miembros de la Corporación -hubo quórum de 25- expresaban un gesto de preocupación que no podían eludir.

El Ayuntamiento logró a última hora realizar una retransmisión en directo vía Facebook. El pleno aprobó la urgencia de la sesión, la validación de realización de órganos colegiados por vía telemática y dio cuenta del decreto que precisamente suspendió las sesiones presenciales. Había comenzado con quince minutos de retraso sobre la convocatoria de las 10.30 horas. por ajustes «técnicos».

El gobierno municipal no ha hecho nada especial para rebasar de un día para otro la brecha digital del que es uno de los municipios con la administración electrónica más ortopédica del país. Sin sede electrónica, hasta el punto de que los ediles deben acudir al Registro de forma presencial en pleno estado de alarma, el Ayuntamiento ha tenido que ponerse las pilas y comprar una licencia a Cisco para utilizar sin limitaciones su aplicación Webex. Eso sí, con la colaboración esencial por parte del edil de Innovación y director del Colegio Ciudad del Mar, Ricardo Recuero, a la hora de acercar a algunos de sus compañeros los secretos de las nuevas tecnologías.

Con todos conectados, comenzó lo de siempre. La edil Pilar Gómez (Cs) votó en contra de la urgencia de la sesión y lo justificó argumentando que el Ayuntamiento debería haber celebrado la sesión mucho antes. Tanto esta concejal como el edil de Sueña Torrevieja, Pablo Samper, cuestionaron el hecho de que el municipio haya sido incapaz de cerrar la liquidación del presupuesto del año pasado que debería haberse validado a mediados de marzo. El alcalde Eduardo Dolón (PP) indicó que es algo inminente. La falta de costumbre hizo que la expresividad de algunos, ya conocida, se desatara en primer plano. Fue el caso de Carmen Gómez Candel (PP) que sonreía y negaba con la cabeza mientras la edil Fanny Serrano (PSOE) reclamaba que la oposición contara con el orden del día -no el contenido- de las juntas de gobierno y las mesas de contratación que se celebrarán desde ahora. Algo que no se hace de forma ordinaria pero que justificó por la situación de excepcionalidad. No tuvo suerte.

Aquí la sesión grabada en videoconferencia

La edil advirtió a la fedataria accidental que el derecho de participación de los ediles no se estaba respetando, ni en los turnos de palabra ni en la votación. Algo que suscribió el concejal de la misma formación, Rodolfo Carmona (PSOE).

Con una parte de los ediles en despachos municipales y la mayoría en su casa, pusieron la nota de color a la aburrida banda sonora plenaria algunos ladridos y sonidos domésticos, en especial de niños de corta edad.

También hubo momento -la vida sigue igual- para la disputa interna del PSOE cuando el portavoz Andrés Navarro y la edil socialista Fanny Serrano se enzarzaron en el chat interno de la aplicación de videoconferencia, en realidad, a cuenta de un malentendido. Una herramienta -el chat- que sirve para moderar el debate al margen de lo que ve y oye el resto de espectadores. Tampoco salió adelante la propuesta de que los grupos de la oposición puedan realizar solicitudes por correo que luego se validen en el registro. Algo a lo que se negó la secretaria accidental Rosana Henarejos del secretario accidental -una parte del funcionariado sigue en cuarentena por el positivo en coronavirus de un técnico en la quinta planta del edificio Consitorial-.

Dos directores generales más

En realidad el pleno era un trámite para lo que venía después: la convocatoria de una junta de gobierno, órgano colegiado donde realmente se decide lo sustancial en un municipio de gran población, y que llevaba paralizado en Torrevieja desde hace tres semanas. El equipo de gobierno cumplió en este caso y remitió una nota de prensa con los puntos aprobados y algunos detalles. En esa reunión, también por videoconferencia, se resolvieron pagos a proveedores de todos los servicios que el municipio mantiene sin contrato (175.000 euros en facturas) y la fase final de adjudicación de un par de contratos, entre ellos el de renovación de alumbrado del polígono industrial.

También se aprobó la modificación de la relación de puestos de trabajo, esencial para avanzar en los presupuestos de 2020. Y ahí había sorpresa porque se incorporan otros dos puestos de directores generales -uno de la Policía Local y otro de Participación Ciudadana, con sueldos que rozan los 90.000 euros anuales-,completando así, en pleno estado de alarma, el organigrama de dirección escogido discrecionalmente por Dolón desde que se inició el actual mandato. Antes del pleno se celebró junta de portavoces no presencial.Junta de portavoces

La concejal Pilar Gómez cuestionó que el Ayuntamiento autorizara a Protección Civil a sacar en un vehículo con cuatro ocupantes y megafonía con canciones infantiles por la calle el domingo pese a la prohibición expresa de la Subdelegación del Gobierno. Algo que también criticó el concejal de Sueña Torrevieja, Pablo Samper. Dolón dijo que la experiencia fue buena y que se repetirá.

La edil también requirió en esa junta de portavoces un mayor esfuerzo en los controles policiales durante el confinamiento, en especial durante las jornadas de viernes y fines de semana. Preguntó, sin éxito, sobre la situación de la residencia privada La Inmaculada en la que el alcalde preside su junta rectora ante la información que apunta a la baja de al menos seis de sus auxiliares. En este centro residen 80 ancianos.