Los parajes naturales de Bigastro estarán protegidos de las plagas de la forma más natural, con una mayor presencia de sus depredadores. Para conseguir el objetivo se están instalando en las zonas naturales una serie de cajas nido que atraigan el asentamiento de una mayor población de aves insectívoras que combatan plagas como la de la procesionaria de los pinos. El Ayuntamiento de Bigastro ha puesto en marcha esta campaña con la colaboración de los usuarios de la Asociación de Personas con Discapacidad «La Pedrera», que han elaborado las cajas nido de varios tamaños.

Los primeros nidos de madera se han instalado en los árboles que están situados en la Ruta Alquibla, en el paraje de La Pedrera. El concejal de Medio Ambiente, Antonio Meseguer, y el técnico medioambiental, Pablo Perales, ayudados por algunos usuarios de la asociación así como por alumnos del Instituto San José de Calasanz, colocaron con cuidado los que serán futuros «hogares» de los pájaros. Además de procesionaria, la mayor presencia de aves permitirá controlar la molesta plaga de mosquitos. Meseguer señaló que esta iniciativa forma parte de un proyecto en el que se trabaja la educación medioambiental, y «buscamos la manera de reducir el uso de plaguicidas químicos».

El proyecto nace de un convenio del Ayuntamiento con la Sociedad de Estudios Biológicos Iberoafricanos, donde a través de una aportación de 700 euros, se realizaron talleres de fabricación de las cajas nido y charlas en centros educativos de Bigastro. Pablo Perales, encargado del proyecto, explicó que «se trata de fomentar el anidamiento de especies insectívoras, tanto en parajes naturales como en entornos urbanos, sobre todo de aves que han sufrido un declive importante en los últimos años, y ahora se va a tratar de facilitarle la vida a especies como la abubilla, el autillo, así como a pequeños pájaros que se alimentan de insectos que suponen una plaga». Tras colocar estas cajas se hará un seguimiento del comienzo de la colonización por el mes de junio, y después, en marzo o abril de 2021, se comprobarán las cajas y se anillarán a las especies que las habiten para controlar los resultados.