46 niños y niñas de La Murada (Orihuela) se han quedado sin escuela. Este servicio municipal cerró el pasado lunes. Los padres y madres de los pequeños han decidido movilizarse para lograr la reapertura de un centro del que además han sido despedidas siete trabajadoras. Hoy estarán en el pleno ordinario del Ayuntamiento de Orihuela a la espera de explicaciones de la Concejalía de Educación (Ciudadanos) y del alcalde Emilio Bascuñana (PP) y se concentrarán a las puertas del Palacio del Marqués de Arneva, sede del consistorio. El pasado viernes iniciaron una guardia de 24 horas a las puertas de esta Escuela Infantil para alumnos de 0 a 3 años y han fijado turnos para que siempre haya presencia vecinal en el acceso y no se olvide el cierre. En solo un fin de semana han logrado más de 1.300 firmas de apoyo de los vecinos de la pedanía más poblada de Orihuela y la solidaridad de la mayoría de ellos.
La indignación de los padres y las monitoras comenzó a finales de enero cuando se enteraron de que se le agotaba el contrato con el Ayuntamiento a la empresa que gestionaba hasta ese momento el servicio y no tenía opción a prórroga.
Los técnicos municipales y los políticos que gestionan los contratos saben cuándo se agotan sus plazos de vigencia desde el momento en el que se adjudican. Es decir, con años de antelación. Pero el pliego, licitación y adjudicación para un nuevo expediente no estaba prepararado. Ante la presión de los padres, la Concejalía de Educación recurrió a una fórmula que ni tan siquiera explicó en detalle a las familias: Que la firma que cuenta con una contrata en vigor de una Escuela Infantil en Orihuela Costa asumiera la gestión. El equipo de gobierno (PP-Cs) no explicó cómo se iba a asumir legalmente el servicio.
El viernes pasado la comunidad escolar de La Murada fue informada del cierre -esta vez definitivo- de la Escuela Municipal. La explicación oficiosa fue que el alcalde, Emilio Bascuñana, (PP) no ha querido autorizar el pago a la nueva empresa. Ahora ha quedado claro que la alternativa planteada era que la firma cobrara sin contrato con un expediente de omisión de la función interventora (antiguo levantamiento de reparo que permite pagar un servicio prestado a la administración sin contrato). La educación de 0 a 3 años no es obligatoria, pero sí es una prioridad por encima de otras prestaciones que el Ayuntamiento oriolano ha llegado a abonar sin contrato. Los padres no acaban de entender la postura del primer edil, máxime cuando la Generalitat aporta en ayudas una parte importante del coste de las plazas según criterios de renta para muchos de los alumnos, con lo que la aportación municipal es mínima hasta lograr adjudicar el servicio.
Protesta ante el Ayuntamiento de Orihuela
Yolanda Espinosa, una de las madres que se ha movilizado, lamenta también el resultado de la reunión que los padres mantuvieron con el alcalde el lunes después de concentrarse ante la puerta del consistorio. «No anunció nada. Solo nos hicieron la foto. Nos dijo que estaban intentando solucionarlo y poco más». Algo que reflejaba fielmente la nota de prensa posterior del gobierno local. Educación ha accedido a la petición de comparecencia en el pleno reclamada por la oposición -que pide dimisiones-. Una fórmula que obliga a los ediles -si la petición es dictaminada favorablemente por la comisión previa- a dar explicaciones sobre aspectos concretos de su gestión. Padres -y la mayoría de ediles, compañeros también de gobierno- esperan la información que les sirva de respuesta.
