Amigos de Sierra Escalona ha convocado para este domingo una marcha reivindicativa para exigir a la Generalitat la "prioritaria tramitación de los planes de ordenación y gestión de la Sierra Escalona y su declaración como Parque Natural". A la iniciativa han acudido en torno a 150 personas.

La marcha, que cuenta con el apoyo de colectivos ecologistas y vecinales, se ha iniciado a las 10.00 horas este domingo en la Plaza Jaime I de San Miguel de Salinas junto a la Casa de Cultura, para recorrer la colada de Sierra Escalona a lo largo de siete kilómetros de ida y vuelta al casco urbano del municipio.

La administración autonómica anunció en 2006 la creación del parque natural. En aquel momento la Generalitat y el Ayuntamiento de Orihuela autorizaron una urbanización en el corazón de la sierra, Colinas Golf, que ahora ocupa cuatro millones de metros cuadrados con viviendas de lujo y un campo de golf, y cuyo principal reclamo a la hora de vender viviendas es ahora el propio espacio natural protegido.

Después la Generalitat dejó pasar los tres años de medidas cautelares sin dotar a la orden de creación de los instrumentos legales de ordenación necesarios para que fuera efectiva: el Plan de Ordenación de Recursos Naturales y el Plan de Uso y Gestión. Principalmente por la presión de promotores inmobiliarios y grandes empresas agrícolas.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig se comprometió a hacer realidad la creación del parque en 2015, cuando se dio el relevo político en el Consell con la llegada del Gobierno del Botànic. Sin embargo, ha incumplido su promesa.

Sí que se ha protegido por parte de la Generalitat la Sierra y la Dehesa de Campoamor como Paisaje Protegido en 2018, una figura a medio camino del Parque Natural y que, en teoría, permite contar al espacio de 10.000 hectáreas con su propio equipo de gestión. Sin embargo, esos medios humanos son muy escasos -se comparten con otros parques naturales- y las agresiones al espacio natural se siguen produciendo.

En especial, de la mano de empresas agrícolas que han roturado cientos de hectáreas, dañando suelos forestales, el paisaje de secano característico de la sierra y ocupado secciones completas de cauces de ramblas, ante la pasividad de las brigadas de disciplina de los ayuntamientos de San Miguel de Salinas, Pilar de la Horadada y Orihuela, y la total falta de eficacia de las denuncias del Seprona de la Guardia Civil y los agentes ambientales de la Generalitat.

Muchos de esos terrenos se han transformado al regadío -con aportaciones del Trasvase Tajo-Segura, pozos ilegales y la desalinizadora de Torrevieja- pero sin dotación de agua real y concesionada legalmente por la Confederación Hidrográfica -que no ha hecho nada por evitarlo-.

También están amenazadas por ocupaciones de particulares y urbanizaciones las vías pecuarias, por las que no se puede circular sin impedimentos de vallados, mientras que se han reactivado distintas iniciativas inmobiliarias, en especial las contempladas en el PGOU de Orihuela, que afectan al espacio protegido o a su zona de influencia. Mientras tanto proliferan las viviendas ilegales y las escombreras de inertes sin control.