«El monstruo ha vuelto a despertar». Así se han expresado desde Ecologistas en Acción a propósito de la situación del vertedero de Proambiente, situado a caballo entre la pedanía oriolana de La Murada y el municipio murciano de Abanilla, cuya balsa de lixiviados, aseguran, podría desbordarse en cualquier momento. Ante el temor de que lo haga, desde la Región de Murcia anuncian que, en unos días, empezarán a vaciarla. Los lixiviados son los líquidos que se forman de la basura acumulada y llevan sustancias muy contaminantes que podrían llegar a los cultivos que hay alrededor del vertedero o, incluso, a la población. Como publicó este diario en diciembre, los trabajos en el basurero permanecen aparcados desde marzo en la parte murciana, de modo que se extienden las pérdidas y malos olores, que llegan a la Vega Baja. La balsa con lixiviados sumó 5.000 m3 con la gota fría y está a punto de colmatarse. «Es un líquido muy ácido que se come todo», destacan desde la organización ecologista.

Asimismo, aseguran que la Comunidad de Murcia «lleva prácticamente dos años sin hacer nada» en la balsa, donde se deberían de estar «arreglando drenajes y sellando grietas» para que no pase una tragedia como la de Zaldíbar, con dos desaparecidos a los que aún se sigue buscando. Recuerdan que en 2005 ya murió una persona en ese vertedero, de igual manera que ahora en el País Vasco: sepultada. «El riesgo ahora mismo no es de desplome, es de que rebose la balsa de lixiviado», aclaran los ecologistas.

Desde la Consejería de Medio Ambiente de la Región de Murcia indicaron a este diario que el consejero Antonio Luengo firmó hace unos días la orden de actuaciones urgentes, por casi 400.000 euros, para el vaciado de 7.000 m3 de la balsa de lixiviados, cuyos trabajos se iniciarán en los próximos días, y que «pretende rebajar el volumen de la balsa, que había aumentado debido a las fuertes lluvias de los últimos meses». Además, las mismas fuentes señalaron que, una vez finalizadas las actuaciones en la balsa de lixiviados, comenzarán los trabajos para finalizar la obra de sellado del Vaso 0, con un presupuesto que ronda el millón de euros, «concluyendo así las actuaciones de sellado y clausura del vertedero de residuos domésticos y otros residuos industriales no peligrosos».

Desde la comunidad vecina recuerdan que, en 2001 se autorizó, previa Declaración de Impacto Ambiental, un proyecto de impermeabilización de tres vasos de vertido de residuos sólidos urbanos. Posteriormente, en mayo de 2005, se produjo el deslizamiento del vaso 1 ya colmatado sobre el vaso 2, que se encontraba en ejecución y el posterior incendio en los vasos afectados, lo que conllevó que la administración regional le abriera un expediente sancionador a la empresa responsable y en 2011 se suspendió la actividad del vertedero, obligándola a presentar un proyecto de restauración, aprobado en 2013, que la empresa incumplió dos años después, asumiendo la ejecución subsidiaria las administraciones regionales valenciana y murciana.