El Ayuntamiento de Callosa de Segura ha instalado un circuito con cámaras de videovigilancia para reforzar la seguridad en la ciudad. El circuito está destinado a gestionar y dotar de mayor seguridad el tráfico en la localidad, aunque el fin es también el de prevenir delitos al actuar de elemento disuasorio para los delincuentes, ya que quedarían grabados sus movimientos en el caso de cometer una acción delictiva. La red de cámaras de videovigilancia estará compuesta por 16 unidades. De momento, se han instalado las seis primeras en varias calles céntricas del casco urbano y próximamente se van a colocar otras diez para controlar los accesos a la localidad.

El alcalde de Callosa de Segura, Manuel Martínez (PP), visitó ayer las cámaras instaladas y explicó que «tras el informe de necesidad de la Policía Local se trabajó en la búsqueda de los dispositivos más adecuados para la vía y en el análisis de los puntos a cubrir por este sistema de vigilancia». En este sentido, en una primera fase han instalado seis cámaras en tres de los cruces más concurridos de la ciudad. Las primeras cámaras, dos por cruce, están ubicadas en la intersección de la avenida Constitución con la calle Rambla Baja José Guilló Sáez; en la intersección de la calle Desamparados con Santa Rita, frente al Mercado de Abastos; y en la intersección de la calle Alameda Pintora Manuela Amo con el Paseo de la Estación Médico Manuel Samper.

Con las cámaras se garantizará la seguridad vial en tres importantes puntos de la arteria principal de la ciudad en los cuales se desarrolla gran parte de la actividad urbana local, según destacó ayer el regidor callosino. Por su parte, el concejal de Tráfico, Vicente Mora, explicó que «esta acción está prevista que se complemente, en el futuro, con la instalación de al menos unas diez cámaras más en el resto de puntos de la ciudad en los que se considera oportuno garantizar una mayor seguridad por parte de las autoridades en materia de gestión del tráfico», que serían, según Mora, «principalmente en todas las entradas a Callosa por carretera». Las cámaras están situadas a cinco metros de altura por lo que cubren un amplio campo visual.

Todas las imágenes que envíen las cámaras de videovigilancia instaladas en el municipio serán recepcionadas en la Jefatura de la Policía Local de Callosa de Segura, cuando se termine la instalación de todos los dispositivos en unos días. Las cámaras permitirán detectar y controlar infracciones de tráfico, los atascos que se puedan producir a determinadas horas y serán testigos de cualquier incidente que se pueda producir relacionado con el tráfico. Es de destacar que, en materia de seguridad vial, la Policía Local de Callosa ha realizado, en las últimas cinco semanas, un total de 21 intervenciones con la detención, el pasado fin de semana, de un conductor que cuadruplicaba la tasa de alcoholemia. El edil de Tráfico señaló ayer al diario que «hemos estado viendo en municipios vecinos sistemas similares a éste y al final optamos por uno conectado por fibra, lo que nos permite obtener una mayor calidad de imagen».

Seguridad ciudadana

Vicente Mora explicó que «el Ayuntamiento por sí no puede instalar un sistema de videovigilancia para seguridad ciudadana, porque se necesita permiso de la Subdelegación, pero sí que las cámaras esperemos que sean disuasorias para evitar delitos en la vía pública y, además, las imágenes estarán a disposición de la policía judicial si pidiera que le facilitáramos las grabaciones». El consistorio callosino quiere mejorar la seguridad en sus calles.

El aumento de la inseguridad en ese y otros seis municipios que dependen del cuartel de la Guardia Civil de Callosa por la falta de agentes policiales llevó a sus alcaldes a reunirse hace un mes para exigir mayor presencia de la Guardia Civil tanto en los núcleos urbanos como en las partidas rurales. La marcha de varios efectivos, unido a la ya de por sí mermada plantilla, hace mella en la seguridad de la zona.

Los principales delitos de los que se quejan los vecinos de estos municipios son el tráfico de drogas y los robos, con un aumento en los últimos años, pero también de otros como la «okupación» y la inmigración ilegal. Solo en Callosa se han llegado a registrar 80 robos al mes, como publicó este diario el pasado mes de octubre, lo que llevó a protestas ciudadanas. La falta de efectivos de la Benemérita en Callosa obliga al cierre del cuartel en algunos turnos, sobre todo por las noches.