El Síndic de Greuges de la Comunidad Valenciana, Ángel Luna, ha advertido formalmente al alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana (PP), que si en el plazo de 10 días no remite a la institución el informe que por tres veces se le ha requerido, acudirá al Ministerio Fiscal, instando su actuación por desobediencia. Por primera vez, la institución, que dirige Ángel Luna desde diciembre, amenaza a un cargo público con llevarle ante el fiscal si hace caso omiso a sus requerimientos, algo que suele suceder con cierta asiduidad en el caso de los regidores. El Alto Comisionado de Las Cortes ya anunció, cuando tomó posesión del cargo, que llevaría a Fiscalía a las autoridades que no respondan reiteradamente a sus peticiones de información, entorpeciendo así su labor de investigación en defensa de los derechos de los ciudadanos. Y Bascuñana podría ser el primero si decide seguir obviando sus peticiones.

En un comunicado, remitido ayer por el área de prensa del Síndic de Greuges, se hace referencia al artículo 502.02 del Código Penal que señala que será castigado como «reo del delito de desobediencia» la autoridad que obstaculice la investigación del Defensor del Pueblo, Tribunal de Cuentas u órganos equivalentes de las Comunidades Autónomas, negándose o dilatando indebidamente el envío de los informes que estos soliciten.

En el caso de Orihuela, la situación tiene su origen en la falta de respuesta por parte del área de Urbanismo del Ayuntamiento a un escrito presentado el 13 de mayo de 2016 por una persona que solicitaba una revisión de oficio de actos administrativos relacionada con un asunto urbanístico y del que no se había recibido resolución alguna sobre el mismo por parte de la administración local. Ante la inactividad de la administración durante tres largos años, la peticionaria formuló queja ante el Síndic en 2019. Tras recibirla, el síndico pidió el 8 de junio de ese año un informe inicial a la administración municipal. Ante la falta de respuesta a este primer informe, el Síndic reiteró su petición el 3 de septiembre, el 16 de octubre y el 22 de noviembre, sin que el Ayuntamiento de Orihuela haya respondido en forma alguna.

Ante esta situación, el pasado 11 de febrero, Ángel Luna envió una carta certificada con acuse de recibo al alcalde de Orihuela para comunicarle que, si transcurridos 10 días hábiles no remite el informe solicitado, su falta de respuesta se declarará actitud obstaculizadora de la investigación de esta institución y se remitirá al Ministerio Fiscal. En ese escrito solicita al alcalde oriolano que se responda al escrito que la autora de la queja registró el 13 de mayo de 2016 o, en caso contrario, se remita informe en el que, identificando a las personas responsables, se expongan las razones del incumplimiento.

El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, no se refirió ayer a este asunto, pero sí lo hizo el portavoz del grupo popular en el Ayuntamiento, el edil Rafael Almagro, para quien el Síndic de Greuges, Ángel Luna, «está usando políticamente la institución». Lo inusual de la situación, con el ultimátum dado por Luna a Bascuñana y la amenaza de llevarlo ante el Fiscal, ha causado sorpresa, incredulidad e indignación, a partes iguales, al concejal oriolano para el que «es algo que no tiene ningún tipo de justificación ni soporte legal».

Aunque Luna ya no milita en el PSOE, el portavoz popular considera que «empieza, a partir de este momento, una nueva forma de comportarse la institución que desde hace poco más de dos meses dirige el histórico líder socialista Ángel Luna», añadiendo que su cargo no debe responder a «hacer persecuciones políticas, y si lo es, que lo sea con todos». Almagro se refirió a que muchas de las comunicaciones que dirige el Síndic es a la consellera Mónica Oltra «pero nunca lo eran en tono de amenaza, como tampoco las que se dirigían a los múltiples ayuntamientos de la Comunidad Valenciana, por lo que vemos que con Bascuñana se ha iniciado una nueva forma de operar que deberá ser igual con todos de ahora en adelante, o eso es de esperar para no pensar que se está utilizando la Sindicatura con otras finalidades contrarias a su idiosincrasia».

Almagro indicó que «es un trámite administrativo de los que recibe un montón cada mes el alcalde y al final lo que hará Bascuñana es mandar un escrito al Síndic señalando el nombre de quien realmente no haya cumplido dentro del Ayuntamiento», aunque un regidor es el último responsable de todo lo que acontece en un consistorio.